Procedimientos peligrosos
26/04/2021 | 10:45 | Juju Oliveira tiene 30 años, en 2017 fue a una clínica clandestina y pagó para que le pusieran 250 mililitros de este producto: “Lamento habérmelo puesto”.
El líquido se le esparció por la mejilla, la nariz, el mentón y la mandíbula, por lo que su cara quedó deformada.
“Es importante advertir a la gente que no lo repita y no haga lo mismo”, planteó.
"Hay un montón de travestis y transexuales que están empezando y que piensan que ponerse silicona es una maravilla. La silicona industrial no es una maravilla, sino un peligro", alertó.
Juju vive en el municipio brasileño de Passo Fundo, en el estado Rio Grande del Sur, e inició una colecta para poder operarse, nuevamente, pero no prosperó.
"Hoy estoy muy triste. Sabiendo que no me operaré, que seguiré con la cara así, toda deformada. Y que la gente se seguirá burlando de mí", expresó en su perfil de Instagram.
Apenas pudo juntar 3.600 dólares, pero no le alcanzan para el procedimiento, por lo que donó el dinero y desmintió que lo haya usado para comprar una moto y joyas.
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