Crimen fuera del boliche
13/02/2020 | 12:45 | Se lo manifestó al juez pero no influye como declaración formal. Otros se declararon "inocentes". La defensa de los acusados pidió la prisión domiciliaria por "presión mediática"..
Uno de los ocho rugbiers detenidos por el crimen de Fernando Báez Sosa en Villa Gesell aseguró este jueves que no quisieron matar al joven, al pronunciar unas palabras en la audiencia judicial realizada hoy ante el juez de Garantías de la causa, quien mañana resolverá si les dicta o no las prisiones preventivas.
"No quisimos matarlo", dijo Blas Cinalli (18), mientras a su lado lloraba Máximo Thomsen, según detallaron a Télam voceros judiciales que participaron de la audiencia encabezada por el magistrado David Mancinelli.
Las fuentes aclararon que esos dichos no cuentan como declaración formal en la causa y recordaron que en la indagatoria ante la fiscal de Villa Gesell todos los rugbiers se negaron a declarar sobre lo ocurrido el 18 de enero pasado en la puerta del boliche Le Brique , donde mataron a golpes a Fernando.
A su vez, el abogado de la familia de Báez Sosa, Fabián Améndola, manifestó que uno de los acusados por el asesinato cometido en la puerta del boliche Le Brique dijo que "son inocentes".
Durante la audiencia, según trascendió, el abogado de los acusados del asesinato de Fernando, ocurrido el 18 de enero pasado, Hugo Tomei, pidió la prisión domiciliaria de los rugbiers porque de lo contrario "por la presión mediática" no se pueden defender.
"Durante la audiencia uno solo de ellos habló y dijo 'somos inocentes', creo que fue (Matías) Benicelli. Ninguno mostró arrepentimiento", contó Améndola en diálogo con la prensa una vez finalizada la audiencia judicial.
Los imputados participaron este jueves de una audiencia judicial en Villa Gesell y una vez finalizada emprendieron el regreso al penal de Dolores.
Los ocho acusados detenidos asistieron al juzgado de garantías a cargo de David Mancinelli, quien decidirá sobre las prisiones preventivas de los imputados este viernes.
Los rugbiers abandonaron poco después de las 6:00 el penal de Dolores en un micro policial, custodiados por cuatro móviles de la bonaerense, y llegaron a Villa Gesell a las 8:22.
Hasta las 11:20 estuvieron en el juzgado de garantías en Villa Gesell y de la misma manera que llegaron a la ciudad balnearia retornaron hacia Dolores.
Durante la audiencia, según confirmó Améndola, la fiscalía ratificó el pedido de prisión preventiva para los ochos rugbiers que siguen detenidos en el penal de Dolores, mientras que la representación de la querella solicitó que también ocurra lo mismo con los dos rugbiers liberados, Alejo Milanesi, de 20 años, y Juan Pedro Guarino, de 19, quienes no asistieron a la audiencia porque su presencia no fue necesaria.
"En la audiencia la fiscal ratificó el pedido de prisión preventiva de los ocho detenidos, nosotros coincidimos en esa necesidad pero pedimos que se sumen los dos liberados", explicó el letrado de la familia de Fernando.
"Por su parte, la defensa pidió el arrestro domiciliario para los ocho detenidos que siguen en Dolores y el juez dijo que va a contestar mañana a todas las solicitudes", agregó Améndola.
Los ocho rugbiers de Zárate que siguen detenidos son Luciano Pertossi, de 18 años; Ayrton Viollaz, de 20; Matías Benicelli, de 20; Alejo Milanesi, de 20; Blas Cinalli, de 18; Juan Pedro Guarino, de 19; Máximo Thomsen, de 20; Enzo Comelli, de 19; Ciro Pertossi, de 19, y Lucas Pertossi, de 20.
También Améndola comentó que la fiscalía va ampliar la acusación por "alevosía" y ratificó que se sigue investigando la participación de una persona más en el asesinato de Fernando. También piden que se amplíe a "homicidio por placer".
"Para nosotros se ve claramente en los videos una persona que no está identificada aún, principalmente en los festejos luego del asesinato. Todos participaron del ataque independiente del rol de cada uno y ahora hay que esperar a que mañana el juez tome una determinación", completó Améndola.
A su llegada, los acusados fueron insultados por numerosos vecinos que se acercaron al lugar y les gritaron "asesinos".
Debido a las pequeñas dimensiones de la dependencia judicial, sólo pudieron ingresar al recinto junto al juez los abogados, la fiscal y los acusados, mientras que los familiares de éstos, entre 10 y 15, permanecieron en el pasillo que da a la mesa de entradas.