Opinión
30/08/2021 | 09:16 | Por Cynthia Zak.
Cynthia Zak
Si miran el mapa fluvial de la Argentina pueden observar sus 224 ríos cruzando el país en todas las direcciones como si fueran venas llenas de líquido vital.
Más allá de la licencia poética o la metáfora, estos cursos de agua son exactamente eso, fuentes de vida, abundancia, sostén de ecosistemas enteros, fertilizan los mares, son residencias de miles de especies, organismos, plantas, las arterias fluyentes que riegan y alimentan a los seres vivos.
En las últimas semanas los alarmantes informes de la bajada y sequía del río Paraná han tomado los titulares y finalmente hemos comenzado a interiorizarnos y educarnos sobre una crisis que existe desde hace décadas y a la que mirábamos de reojo como si no tuviera nada que ver con nosotros.
El Instituto Nacional del Agua (INA) confirma que esta bajada del río es la peor desde 1944 y las expectativas de mejoría son prácticamente nulas en un Paraná que es una de las principales vías fluviales de Sudamérica y cuya sequía tiene impacto directo económico, social, político y ambiental.
Causas
Es fundamental que entendamos las causas porque al comprenderlas nos hacemos responsables, tomamos acciones concretas y directas que impactan desde nuestro ecosistema cotidiano al medioambiente del planeta.
Otra vez vamos a coincidir que cada uno de nosotros tiene y debe accionar desde la conciencia ecológica porque si no actuamos ahora en poco tiempo la situación será irreversible. Para poder hacerlo nos tenemos que educar, incorporar este nuevo lenguaje a nuestras vidas y decir presentes en las soluciones.
Si analizamos las causas de esta tragedia, la lista comienza en la misma naciente del río, la región centro-oeste y sur de Brasil con una sequía sin parangón, embalses en los niveles más bajos en los últimos 90 años (Itaipu por ejemplo), crisis hídrica causada principalmente por el hombre responsable absoluto del calentamiento global.
Continuando con una implacable deforestación, uso intensivo del suelo, urbanizaciones desmedidas, crecimiento de población que aumenta la generación de gases y el efecto invernadero, navegación sin control, vertedero de deshechos tóxicos humanos e industriales que ha contribuido en que a lo largo de los años toda la región sufriera un cambio ambiental que ahora llega al extremo.
Consecuencias
¿Qué tiene que ver esto conmigo? ¿En qué me afecta lo que está pasando?
40 millones de personas tienen agua potable gracias al Paraná no sólo en Argentina, pero también en Brasil, esta bajada y sequía pone en peligro el básico acceso al agua dulce.
La ganadería de la zona no tiene alimento y si lo hay es de baja calidad, los peces no se reproducen porque no pueden sobrevivir impactando en la pesca comercial y la cadena alimenticia para miles de personas.
Por el río sale el 80 por ciento de la cosecha de soja y maíz desde Argentina y si los puertos de la zona de Rosario están tan bajos las operaciones tienen un costo altísimo condicionadas por la falta de profundidad para las embarcaciones.
Además el Paraná es vía de conexión, intercambio y de integración de los cuatro países del Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) y el río con la cuenca del Plata es una de las áreas más pobladas de Sudamérica.
Obviamente todos de una manera u otra estamos impactados por lo que está sucediendo y ya no podemos desentendernos. Otra vez, cada uno en su posibilidad puede hacer algo para que el hermoso "gigante marrón" al que tanto le debemos vuelva a estar pujante y saludable.
Tres Soluciones
-Controla el uso de agua potable. No dejes las canillas abiertas al lavar los platos, las manos, los dientes, en largas duchas. Los inodoros por ejemplo son el principal consumidor de agua en la casa, puedes instalar ahorradores en canillas, duchas, inodoros etcétera. Se llaman también reductores de caudal: estos dispositivos se instalan en las tuberías de los lavabos o duchas para impedir que el consumo de agua exceda un consumo fijado.
-Xerojardinería o xeropaisajismo, controla y diseña tu patio y jardines para que tengan mayor cantidad de plantas resistentes a la sequía, con baja demanda hídrica. Consulta en los viveros por plantas nativas que requieren poco riego y que reemplazan el pasto que necesita grandes cantidades de agua y gasto energético para cortarlo y mantenerlo. Es importante comprender que este ahorro de agua que haces ayuda y contribuye a la situación de la gente y animales que tienen escasez de agua potable.
- Revisar fugas o pérdida de agua por cañerías en mal estado. 10-15 % del agua se pierde por el mal estado de los canales y tuberías. Estos porcentajes representan un alto costo en la boleta del agua y una pérdida considerable de este líquido vital que millones de personas necesitan.
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