Pena máxima
25/09/2019 | 16:12 | Se trata de Raúl Pérez, de 41 años, quien asesinó a la mujer en septiembre de 2018. La conoció en una iglesia evangélica pero no tenían una relación. La mató y la dejó en un motel.
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"Lo perdonamos", dijo el hermano de la víctima (Foto: Informate Salta)
Raúl Antonio Pérez, de 41 años, fue condenado este miércoles en Salta con la pena de prisión perpetua por el femicidio de Jéssica González, una mujer de 39 años que asesinó en un motel.
La condena fue por homicidio agravado por tratarse de un femicidio y por mediar violencia de género.
El victimario mató a Jéssica el 20 de septiembre de 2018. La conocía por la iglesia evangélica en la que la madre de la mujer era pastora y le hacía escenas de celos por una relación amorosa que era inexistente.
Ese día, le ofreció llevarla en su auto mientras González esperaba el colectivo y la atacó en el vehículo. Luego la llevó agonizante al Hotel Mimos. Allí, la ultimó con dos cuchillos e intentó quitarse la vida.
La querella de la familia de la víctima había pedido que se aplique la figura del femicidio. La fiscalía, en tanto, había solictado la pena de prisión perpetua y consideró que se trató de un "femicidio no íntimo", porque la víctima y el victimario no tenían relación de pareja.
Tras escuchar la sentencia, el hermano de la víctima, Isaac González, expresó en diálogo con Cadena 3 que la familia "perdonó" al femicida.
"La sentencia es lo que tenía que ser. El máximo, por la saña que tuvo con mi hermana. Él inventó una relación inexistente en su mente y celos infundados. La Justicia se basó en la misericordia de Dios, es una oportunidad para que pueda tener un arrepentimiento de vida. Es lo justo y lo que tiene que ser", apuntó.
Y enfatizó: "Lo hemos perdonado, el es libre de mi odio ,de mi rencor, de mi resentimiento, pero se tiene que hacer justicia".
El cuerpo de Jéssica Norma González fue encontrado el 21 de septiembre de 2018, con múltiples heridas punzocortantes. Pérez se encontraba en la misma habitación, tendido en la cama. Presentaba lesiones de arma blanca autoinfligidas en el cuello y brazos.
El psicólogo del Poder Judicial que realizó pericias en el acusado lo señaló como una persona que puede disociarse, mostrando una faceta tranquila pero tiene otra, donde tiene comportamientos impulsivos y desadaptados.
Es por eso que el Tribunal recomendó que reciba tratamiento psicológico por el tiempo que sea necesario, atento a la naturaleza del hecho por el cual resultó condenado.
La defensa había solicitado la aplicación de la pena prevista para quien mate a otro, encontrándose en un estado de emoción violenta y que las circunstancias lo hicieran excusable. Implicaba una reclusión de tres a seis años.
Informe de Elisa Zamora.