Interés vital
04/11/2019 | 09:11 | Científicos destacan su importancia para la producción agrícola y la alimentación de los seres vivos. Está en peligro de extinción y casi el 90% de su población desapareció en los últimos años. Mirá.
Un grupo de científicos, a través de una fundación internacional y la institución Royal Geographical Society, sugirió cuál es el ser vivo más importante para la humanidad y las especies en general.
Desafortunadamente, se encuentra en peligro de extinción y su población se disminuyó en casi el 90% en los últimos años.
Se trata de las abejas, que por su trabajo de polinización generan las condiciones para la agricultura y la alimentación de otros insectos y animales.
Expertos de la vida silvestre y científicos, encabezados por el especialista George McGavin, destacaron el rol de las abejas. La fundación internacional Earthwatch Institute fue la encargada de la declaración en la institución dedicada a la preservación.
Según los estudios, el 70% de la agricultura mundial depende de las abejas y su polinización, actividad exclusiva de estos insectos que permite la existencia y reproducción de muchas plantas.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) resaltó que dos tercios de las plantas cultivadas para que las personas se alimenten dependen de la polinización. Además, son el único ser vivo que no transporta ningún tipo de enfermedad, según informaron el Apiculture Entrepreneurship Center de la Universidad Mayor (CeapiMayor) y la Apiculture Corporation of Chile (Cach).
“Las abejas son esenciales para nuestra supervivencia, sin las abejas del mundo, tendríamos que cambiar nuestros hábitos alimenticios dramáticamente, tendríamos que vivir sin flores, sin frutas o sin verduras”, expresó McGavin, quien sostiene que se debe reducir el uso de pesticidas o consumir alimentos orgánicos.
“Los países deberían hacer más para salvaguardar unas aliadas fundamentales en la lucha contra el hambre y la malnutrición”, señaló la FAO en un comunicado de este año. A su vez, Greenpeace apunta que entre el 60% y 90% de los alimentos que consumimos dependen de la polinización.
La cantidad de abejas y otros polinizadores se está reduciendo en muchas partes del mundo debido, en buena parte, a las prácticas agrícolas intensivas, el monocultivo, el uso excesivo de pesticidas, la perdida de la biodiversidad, la contaminación y temperaturas más altas asociadas al cambio climático que afectan los rendimientos de los cultivos y la nutrición.
Más de 70 millones de abejas murieron durante 2018 en la zona de Traslasierra en Córdoba por la aplicación de un pesticida, según revelaron desde el Servicio Nacional de Sanidad Animal (Senasa) de Villa Dolores ese año.