Alerta por coronavirus
22/03/2020 | 22:57 | Los pasajeros que estaban varados en Lima arribaron el domingo por la noche a la Base Aérea El Palomar. Fueron recibidos por Agustín Rossi, quien consideró la misión como “de asistencia humanitaria".
El ministro de Defensa, Agustín Rossi, recibió el domingo por la noche en la Base Aérea El Palomar a los dos aviones Hércules C-130 que, como consecuencia de la pandemia del coronavirus, formaron parte del operativo que trasladó a 140 argentinos que habían quedado varados en la ciudad de Lima, Perú.
La misión, considerada como “de asistencia humanitaria", fue planificada logísticamente por el Ministerio de Defensa a requerimiento de Cancillería Argentina, según explicó la cartera de Rossi a través de un comunicado de prensa.
“Viajé con mi mujer el 6 de marzo a Paracas (Perú) de vacaciones. La primera semana estuvo buenísima, pero después se desató en todo el país el coronavirus. Volver en un Hércules es el sueño que muchos tienen, y me tocó cumplirlo de esta manera”, dijo a Gabriel al descender del avión, uno de los argentinos retornados.
El hombre, que viajó acompañado por su esposa, aseguró que el trato por parte del personal de la Fuerza Aérea Argentina (FAA) “fue especial en todo momento”.
Los vuelos, de más de seis horas de viaje, y que llegaron con pocos minutos de diferencia, a las 20,28 y 20,50, trajeron a 70 pasajeros cada uno, y fueron recibidos por el ministro de Defensa, Agustín Rossi; el jefe del Estado mayor del Fuerza Aérea, Xavier Isaac, y el jefe del Estado Mayor Conjunto, Juan Martín Paleo.
También estuvieron en el recibimiento el comandante operacional del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, general de brigada Martín Deimundo Escobal; el jefe del Estado Mayor del Ejército, general de brigada Agustín Humberto Cejas; el jefe del estado mayor general de la Armada, contralmirante Julio Horacio Guardia.
Previo a emprender el viaje de regreso desde Lima, cada uno de los argentinos realizaron dos controles médicos en los que se les tomó la temperatura. Además, en cada avión viajaba un médico como parte de la tripulación para asistirlos en caso de ser necesario.
Según informaron voceros del Ministerio de Defensa de la Nación, ningún pasajero mostró síntomas de coronavirus. Luego del aterrizaje, los pasajeros completaron un formulario en carácter de declaración jurada sanitaria, como dicta el protocolo actual para quienes llegan desde el exterior.
Entre los regresados había familias, adultos mayores y varios jóvenes. Todos se mostraron calmos y con predisposición a las órdenes impartidas por el personal de Migraciones y personal de la Fuerza Aérea.
Entre el equipaje de mano mandaban mochilas, bolsos y estuches de guitarras. En su mayoría utilizaron barbijos y respetaron el metro de distancia previsto en el protocolo, a la espera de ser atendidos.
Una vez que los pasajeros completaron los trámites con personal de la Dirección Nacional de Migraciones, dos micros de larga distancia, dispuestos por el gobierno porteño, los llevaron al Aeropuerto Internacional de Ezeiza.
Allí, según expresaron voceros de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), a quienes residen en el Área Metropolitana serían trasladados a distintos hoteles porteños para comenzar con el protocolo de aislamiento obligatorio, y quienes viven en el interior serán trasladados en micros a cada provincia.
En tanto, a los dos aviones Hércules C-130 utilizados para traer a estos turistas argentinos desde Perú, se les realizó un proceso de limpieza exterior e interior por personal de la FAA con trajes especiales QBN (Químico-Biológico-Nuclear).
Minutos después del arribo de los aviones de las FAA, un vuelo de la empresa Fly Bondi llegó desde la ciudad brasileña de San Pablo con más turistas argentinos. Estos no fueron los únicos vuelos que recibió el aeropuerto de El Palomar, ya que por el domingo por la mañana había arribado un vuelo proveniente de Río de Janeiro, Brasil.