Removieron a policías escrachados por no auxiliar a vecinos

“Hola, qué tal, estamos con ocho vecinos llamando para que vengan al kiosco que acaban de robar en Triunvirato y Almafuerte. Quiero que vean, uno, dos y tres patrulleros. ¡Ninguno fue!”, gritó Maira, una joven de 28 años, en la Comisaría Oeste 3ª de la localidad de Villa Luzuriaga.

La joven utilizó las redes sociales para denunciar que ningún policía auxilió a su hermana, luego de que fuera víctima de un violento asalto a pocas cuadras del destacamento.

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Tras el escándalo generado, el Ministerio de Seguridad Bonaerense informó que removieron al subcomisario e intervinieron la sede policial.

“Hace media hora que estamos llamando. Una, dos, tres, cuatro cuadras. Asaltaron a mi hermana con una bebé adentro de un negocio. ¿Dónde estaban todos ustedes? Miren cómo hay patrulleros al pedo en Villa Luzuriaga. Lo único que tengo es a mi hermana hecha mierda en el negocio”, se escucha a Maira en el video.

Asuntos Internos de la Policía de la Provincia de Buenos Aires inició la investigación y decidió remover al subcomisario Diego Meaurio, quien fue reemplazado por el también subcomisario Norberto Bravo, de forma interina. 

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Otros tres policías fueron desplazados y están bajo investigación sobre "las responsabilidades que pudieran existir", según fuentes policiales.

Cómo fue el caso

Según contó Maira más tarde a medios televisivos, los delincuentes que robaron a su hermana estaban armados y se metieron en el negocio cuando la vieron sola. 

Según la denuncia, uno de ellos la llevó al fondo y le empezó a pegar con el arma en la espalda y en la cabeza. Reveló, además, que sólo después del escrache cuatro patrulleros se acercaron hasta el kiosco, a cuatro cuadras de la comisaría. 

“Una hora y veinte había pasado ya”, lamentó la mujer.

La palabra de la Policía

Personal policial de La Matanza explicó que los efectivos, al momento del hecho, se encontraban en el “dictado de academia”.

El mismo consistía de una instrucción para controlar el cumplimiento de las restricciones por la segunda ola de coronavirus.

Además sostuvieron que dos de los cuatro patrulleros no funcionaban.

 “A todos nos cuesta trabajar con esta pandemia y después en dos minutos, vienen y se llevan todo. Tengo que agradecer que a mi hermana no la mataron y que no tuve que hacer una marcha para pedir justicia por ella", dijo Maira.