Tres empleados detenidos
09/03/2020 | 17:10 | Los aprehendidos tenían acceso a las piezas. Eran fichas pertenecientes al Imperio Greco Romano que fueron vendidas a coleccionistas. La denuncia fue presentada por un comerciante.
Tres empleados del Museo Histórico Nacional, que depende del Ministerio de Cultura, fueron detenidos por el robo de más de 900 monedas pertenecientes al Imperio Greco Romano que luego fueron vendidas a coleccionistas, informaron fuentes judiciales.
Los tres hombres, que se desempeñaban en el área de mantenimiento del museo, fueron denunciados por los propios coleccionistas que compraron algunas de las monedas y luego comenzaron a sospechar que eran robadas.
En tanto, voceros del Ministerio de Cultura de la Nación confirmaron el hecho y aseguraron que "hay una investigación en curso".
Según las fuentes, todo comenzó el 14 de febrero pasado cuando cuatro hombres se presentaron en un comercio de compra y venta de objetos usados y ofrecieron 133 monedas antiguas.
De acuerdo al dueño del comercio, él mismo pactó un pago de casi 200.000 pesos por las monedas que le ofrecieron, que pertenecían al Imperio Greco Romano, y los sospechosos aportaron sus nombres de pila y quedaron registrados en las cámaras de seguridad.
Según las fuentes, un experto en numismática aportó al comerciante el dato de que esas monedas estaban incluidas en un catálogo del museo histórico, y ante la sospecha de que podían ser robadas, decidió presentarse el 27 de febrero último en una dependencia de la Policía de la Ciudad y denunció el hecho.
El caso comenzó a ser investigado por el fiscal federal Guillermo Marijuan y el juez federal Rodolfo Canicoba Corral, quien ordenó al personal de la Policía Federal y de Interpol una serie de allanamientos, algunos de ellos en el Museo Histórico Nacional.
Los investigadores determinaron que las monedas estaban guardadas en oficinas de acceso restringido, es decir que no estaban a la vista del público, por lo que se comenzó a rastrear a aquellas personas que podrían llegar a tener ingreso a esa zona del museo.
Además los pesquisas establecieron que en ese sector había medidas de seguridad que, se cree, fueron violentadas.
Con los datos aportados por los comerciantes que compraron las monedas, los investigadores lograron determinar que los sospechosos podrían ser algunos empleados del lugar, por lo que la Justicia ordenó la intervención de los teléfonos de tres personas.
Según las fuentes judiciales, durante el fin de semana los escucharon decir frases como “se pudrió todo” a partir de la aparición de una nueva denuncia pero en el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires que generó revuelo al interior del museo.
Tras las detenciones, el fiscal Marijuan constató que las tres personas que, de acuerdo a la prueba colectada, habían encabezado las ventas de las monedas supuestamente robadas trabajaban en el área de maestranza el Museo Histórico Nacional: un padre con su hijo y un tercer hombre.
Fuentes judiciales informaron que de las 980 monedas robadas ya fueron recuperadas más de 500 -devueltas por los distintos compradores denunciantes- y permanecen bajo la custodia del área de Patrimonio Cultural de Interpol.