Investigación en Córdoba
27/08/2019 | 12:11 | Los líderes de recolectores están denunciados por negocios incompatibles con la función, amenazas y falsedad ideológica, entre otras. El último caso, el ataque que recibió un ex empleado de Crece.
El Sindicato Único de Recolectores de Residuos y Barrido de Córdoba y sus principales líderes, Mauricio Saillen y Pascual Catrambone, lograron crear uno de los gremios más poderosos de la provincia desde la separación con el camionero Hugo Moyano.
En 2013, el gremio rompió relaciones con Hugo Moyano y logró aprobar su propio Convenio Colectivo de Trabajo (antes estaban regulados bajo el CCT de camioneros). A partir de esta medida, lograron crear una mutual y luego una obra social con el aval de la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Es justamente la mutual la que está bajo la mira de la Justicia Federal, tras la denuncia que acusa a los líderes de dar préstamos a los afiliados, usando fondos de la mutual y lucrando con los intereses que les cobraban a la hora de la devolución del dinero.
El secretario general también acumula denuncias por falsedad ideológica, delitos contra el orden económico y financiero y delitos contra la libertad individual (por violar la normativa de la Afip en cuanto a la compraventa de dólares) y amenazas.
Pascual Catrambone y sus hijos están imputados por el delito de negociaciones incompatibles con el ejercicio de la función pública por la supuesta creación de empresas creadas que fueron contratadas por Crece, empresa estatal en la que también formó parte de la dirección.
Uno de los últimos casos que apuntaron contra el Surrbac fue el ataque que sufrió Pablo Carrasco en enero de 2019.
El ex empleado de Crece había denunciado en la Justicia a Catrambone por acusarlo de haberse enriquecido gracias a un grupo de empresas familiares que consiguieron contratos millonarios de la Crese.
Por otro lado, el Surrbac es conocido en Córdoba por su gran despliegue territorial: en los últimos años han ganado las elecciones de un conjunto de centros vecinales de la ciudad de Córdoba, crearon su propio club (Club Atlético Amsurrbac), y tanto los recolectores como los barrenderos ostentan indumentarias con referencia de sus líderes.