Tiene 96 años, creía tener Covid y fue auxiliado por vecinos

“Él es mi vecino, tiene 96 años y desde hace unos días tiene malestar general. Ayer por la noche llamó a la ambulancia, vinieron, le tomaron la presión y temperatura y se fueron. Hoy se llegó a sentir tan mal que llamó al 107, pidió ayuda, cerró su casa y salió afuera esperando una ambulancia que nunca va a llegar porque lo llama una supuesta doctora que le pregunta mil cosas que ni siquiera puede responder del cansancio y se pasan la papa quemada de mano en mano para no enviar a nadie”, contó a través de su cuenta de twitter, Tomás Andrusko, un joven de 18 años que junto a su familia llevó al anciano al hospital ante la falta de respuestas que recibía de los equipos de salud.

 “No tenemos ni las herramientas ni el conocimiento como para ayudarlo, presenta síntomas de COVID y nos dan mil vueltas de todos lados para no venir; están dejando morir a una persona en la calle, con síntomas y nadie se hace cargo”, agregó Andrusko.

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Los vecinos llevaron a Uberto hasta el Hospital de la Asociación médica, con doble barbijo y guantes, en su auto personal.

En diálogo con TN, la madre del joven que también participó en la asistencia, dijo que todo comenzó cuando la noche anterior, cuando salió a guardar su auto encontró al abuelo en la puerta. 

"Era tarde, le pregunté qué estaba haciendo y me dijo que había llamado a la ambulancia y que hacía 40 minutos que estaba esperando”, reveló.

“Nos quedamos con él más o menos media hora hasta que vino la ambulancia, lo revisaron ahí afuera en la puerta y lo dejaron porque dijeron que no tenía nada”, reclamó.

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“Aparentemente fue una arritmia y por eso le faltaba el aire. Hoy en día a todo lo asociamos con el COVID, pero en realidad él no podía respirar, se agitaba mucho y por eso se creía que podía ser coronavirus”, aseguró la madre del joven.

Sin embargo, al otro día, su hijo lo encontró de nuevo en la vereda. "Al otro día a las cuatro de la tarde, cuando hacía muchísimo calor acá en Bahía Blanca, Tomás se lo encuentra de nuevo en la vereda a punto de desvanecerse y por eso le pusimos una silla. Y en ese momento nos hicimos cargo y dijimos ‘que sea lo que Dios quiera’, pero la realidad es que no podíamos dejarlo solo”, explicó la mujer.

Este viernes el hombre fue llevado de nuevo a su domicilio en ambulancia. Sus vecinos lo ayudaron a ingresar a la casa y con algunos quehaceres de la casa.

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