Documento revelador
09/04/2020 | 10:13 | Un grupo de investigadores analizaron un papiro que fue utilizado por una mujer para provocar la atracción de un hombre. Afirman que los protagonistas pertenecían a distinto grupo étnico.
Un grupo de investigadores de la Universidad de Chicago analiza un documento de hace 1800 años que revela un curioso hechizo egipcio para provocar atracción sexual.
Cuenta la leyenda que Cleopatra, para impresionar al poderoso Cayo Julio César, se infiltró en sus aposentos envuelta en una alfombra y cuando se quedaron solos se mostró ante él completamente desnuda. Sin embargo, no todos tenían la belleza e inteligencia de la última reina de Egipto.
Por eso, algunas personas tenían que acudir a otros recursos como la invocación de espíritus y la reciente traducción de un papiro revela el uso de hechizos con fines sexuales.
El documento un “hechizo erótico de unión” por el cual una mujer llamada Taromeway quiso seducir a un hombre conocido como Kephalas. El papiro muestra al dios Anubis, con su característica cabeza de chacal, disparando una flecha a Kephalas, quien se muestra completamente desnudo, para prender un incontrolable deseo sexual.
El hechizo está escrito en demótico, un lenguaje egipcio derivado del hierático que surgió en el delta del Nilo, y en él se cuenta cómo Taromeway quería convocar al “noble espíritu del hombre de la necrópolis” para que encontrara a Kephalas y le “provocara ansiedad a mediodía, por la tarde y todo el tiempo” hasta que este buscara a Taromeway en un lujurioso deseo por el que “sus órganos masculinos persiguieran a sus órganos femeninos”.
Robert Ritner, profesor de Egiptología en la Universidad de Chicago, partícipe en la traducción del papiro, aclaró que “el énfasis que se hace en los órganos sexuales”, ya que son estos los “órganos masculinos” que a ella le interesaban. En un fragmento del hechizo se dice que Kephalas tendrá que “atravesar la Osa Mayor” hasta que busque a Taromeway y no haya “otra mujer en la Tierra a la que desee o persiga”.
Aunque existen otros documentos egipcios asociados con hechizos sexuales, este tiene la particularidad de ser concebido por una mujer para atraer a un hombre y no al revés, como suele ser más común.
Ritner afirmó, en una entrevista a LiveScience, que “Taromeway debió estar muy motivada y disponer de recursos suficientes” ya que es muy probable que tuviera que pagar a un experto, un sacerdote tal vez, para conseguir el hechizo.
También se baraja la posibilidad de que Taromeway y Kephalas pertenecieran a grupos étnicos distintos, porque “mientras que ella es claramente egipcia, Kephalas y su madre tenían nombres griegos”.