Un riñón del comisario Pistán fue a un paciente sin prepaga

Uno de los riñones de Manuel Pistán, el policía asesinado el fin de semana en Salta, fue trasplantado a un paciente salteño que no contaba con cobertura médica. 

El paciente tenía un diagnóstico de insuficiencia renal crónica. La única forma de curarse era con un trasplante de riñón en un hospital público.

Gracias a la generosidad de la familia Pistán, que, en medio del dolor, no dudó en donar los órganos del policía, el paciente recibirá el alta los próximos días. 

La intervención fue realizada en el hospital Arturo Oñativia y se trata del primer caso cuyos estudios pre y postrasplante se realizaron en este centro sanitario.

"Es un consuelo para los salteños, ya que a todos nos dolió la muerte del policía que cumplía su deber", expresó el nosocomio. 

Otros órganos extraídos del subcomisario fueron el otro riñón, el hígado y dos córneas. El hígado fue derivado a Córdoba y el otro riñón y las córneas quedaron en Salta. 

/Inicio Código Embebido/

/Fin Código Embebido/

Desde el hospital agradecieron a los familiares de Pistán y pidieron a los salteños animarse a donar órganos. Además, solicitaron a los organismos intermediarios, planes y obras sociales nacionales acortar la distancia con ellos para que los pacientes que tienen este tipo de cobertura accedan de manera más ágil a los trasplantes.

El gerente del hospital Oñativia, Marcelo Nallar, explicó que se podrían agilizar los trasplantes de los 400 pacientes en lista de espera, si no hubiera “tantos trámites burocráticos” de los organismos, planes y obras sociales nacionales.