Caso Dalmasso
16/03/2022 | 13:00 | Visiblemente conmocionada, la hija de Nora Dalmasso declaró en el juicio contra su padre. Afirmó que sus sospechas siempre recayeron sobre el amigo de la familia. "No lo vimos más. Se fue y volvió 9 años después", dijo.
Juan Federico
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Valentina Macarrón señaló al empresario Miguel Rohrer
Para Guerreri, Rohrer fue legítimamente desvinculado del caso Dalmasso
El tribunal técnico de la Cámara Criminal y Correccional de 1° Nominación de Río Cuarto citó este miércoles a Facundo (33) y Valentina (30) Macarrón, hijos de Nora Dalmasso y Marcelo Macarrón, único imputado en la causa por el "homicidio calificado por el vínculo, por alevosía y por precio o promesa remuneratoria en concurso ideal”.
En su testimonio, la joven relató desde el principio cómo vivió la muerte de su madre. Contó que ese 26 de noviembre de 2006 la llamaron a la casa de Chicago, Estados Unidos, donde estaba de intercambio por tres meses. "Tenes que volver, tu mamá tuvo un accidente de tránsito viajando a Córdoba y está internada", le dijeron.
Cuando aterrizó en Ezeiza, dos amigos de su papá la estaban esperando en el aeropuerto para llevarla en auto hacia Río Cuarto. Uno de ellos era el empresario Miguel "el Francés" Rohrer. En el camino, los dos hombres le dijeron hospitales distintos. Ella temió. Apenas entró en la casa de su abuela, se enteró que a su mamá, Nora Raquel Dalmasso, la habían asesinado.
Valentina Macarrón tenía 16 años. Hoy, con 31, ya se presenta como licenciada en Nutrición, recuerda que abrió un local de comidas para celíacos y que se mudó con su pareja a la ciudad de Mendoza, donde cría a su pequeño hijo. Media vida viviendo con el estigma de pertenecer a la familia Macarrón Dalmasso, 15 años soportando la impunidad, las sospechas y las peores burlas.
Este miércoles, Valentina se sentó frente al Tribunal de Río Cuarto y no dudó en defender a su padre, Marcelo Macarrón, el único acusado por un supuesto crimen por encargo. "Siempre fuimos muy unidos como familia y esto nos destruyó a todos. Mi padre es una excelente persona, que siempre se preocupó para que no nos falte nada", expresó.
Valentina estaba visiblemente conmocionada. La voz entrecortada, el llanto que emergía en medio del relato. Sentado a menos de dos metros, su padre también lloraba.
Sin que nadie le preguntara, Valentina arremetió contra Rohrer, tal como ella y su hermano Facundo lo habían adelantado el lunes en las afueras de Tribunales, cuando comenzó el juicio en contra de su padre.
"A Rohrer no lo vimos más, pese que recién se había construido la casa en Río Cuarto. Él se fue. Recién 9 años después lo vimos cuando estábamos festejando un cumpleaños de mi tía en el quincho del Golf y él entró. Preguntó qué hacíamos todos los Macarrón juntos. Y yo ahí cuando lo vi me agarró como una cosa acá adentro y empecé a llorar sin parar. Afuera estaba la mujer de él, que también lloraba", declaró.
Valentina también fustigó la cobertura mediática que tuvo el caso en su momento. "Los medios dijeron barbaridades, fue todo muy mediático", recordó aquella cobertura en la que ella quedó expuesta a sus 16 años. "Se publicó la foto del cuerpo, eso fue terrible. Fue muy duro para nosotros ver eso en la tele. Publicaban un montón de cosas en la tele y hasta remeras en la que decían 'Yo no estuve con Nora'. Hasta decían que hubo incesto con mi papá por una carta que yo le había escrito a mi papá. Dijeron cosas horribles".
El llanto continuaba entrecortando un relato revelador: cómo es crecer, construirse en medio del dolor y la brutalidad mediática. Por la prensa, supo que su hermano era gay. La familia mutilada durante y después del asesinato.
"En tres ocasiones declaré ante la Justicia. En la primera, me preguntaron por el celular y la línea de teléfono que tenía. Después, por la seguridad de la casa, si la escalera crujía, por los postigones", agregó.
Y tras varias preguntas del defensor Marcelo Brito, Valentina regresó al "Francés" Rohrer. "El 24 de noviembre de 2006, nos dijeron que él estaba en Río Cuarto", acotó para poner en duda la coartada del empresario, quien en su momento aseguró haber estado en Buenos Aires en el horario en el que se produjo el asesinato, en la madrugada del sábado 25 de noviembre de 2006.
"Mis papás se conocían con Rohrer de un colegio y del club de rugby. Miguel la miraba mucho a mi mamá, porque ella era muy bonita. Me acuerdo que solíamos ir a una casa de campo donde él siempre tiraba a las mujeres a la pileta, las levantaba, era como un acoso, un hombre muy violento", denunció.
Y regresó a aquella fiesta de cumpleaños, nueve años después del crimen, cuando lo volvió a ver por casualidad: "Parecía drogado, se nos reía, fue muy feo".
"Cuando pasó todo, el crimen de mi mamá, él vendió todo y se fue de Río Cuarto", insistió Valentina. En su relato, la hija de Nora recordó que Ricardo Araujo, vecino de Villa Golf y amigo de Rohrer, también se fue de la ciudad después del asesinato.
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