Gastón “Chaco” Benavídez se convirtió en la figura inolvidable de la Supercopa Internacional al anotar el penal decisivo que le dio el título a Talleres ante River Plate por 3-2.
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En diálogo con Cadena 3, el defensor, aún emocionado, compartió la doble alegría de la noche: el triunfo y el nacimiento de su primer hijo, Mateo, horas antes. “Le pedí que venga con un título, y vino con todo: gol y campeonato bajo el brazo”, dijo entre risas y lágrimas.
Benavídez relató el momento clave de su caminata hacia el punto penal, con la fe intacta: “Confiamos que estaba escrito para nosotros”. Una charla de 10 segundos con Guido Herrera lo marcó: “Me dijo ‘está escrito para vos, hermano, por tanto sufrir, dedícaselo a tu hijo’”.
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Con esa energía, enfrentó a Franco Armani, quien se quedó parado en el medio mientras el balón volaba al ángulo izquierdo. “Sabía dónde patear. El año pasado vi el machete de Armani en Libertadores que decía ‘Benavídez al medio’, así que abrí el pie y salió”, confesó.
“Tenía la presión de que si erraba les daba vida, pero la fuerza de mis compañeros me ayudó a patear tranquilo”, admitió.
Con un pedazo de red como trofeo y el llanto liberador, el “Chaco” se despidió dedicando el triunfo a Mateo y su familia, consciente de que su gol quedará grabado en la historia albiazul tras más de 100 años de espera.
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Talleres El capitán y arquero del "Matador" habló con Cadena 3 tras la consagración y descargó todas las emociones: "Talleres es sufrir, pasar de perderlo a ganarlo. Estoy orgulloso de este club. Lo amo”.
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Entrevista de La Cadena del Gol.