La capilla de Bajo Grande, espacio que desanda la historia

A una orilla del camino a San Antonio, a unos 25 kilómetros de la ciudad de Córdoba en un paraje llamado Bajo Grande, en el departamento Santa María, se encuentra esta antigua capilla en honor a Santo Domingo de Guzmán. 

Por esos tiempos este camino tenía la importancia de ser unas de las principales vías de comunicación con el sur provincial, ya que, como su nombre lo dice, unía la ciudad de Córdoba con San Antonio (hoy Despeñaderos) y después continuaba hacia Río Tercero.

Esta capilla inaugurada en el año 1892 fue realizada con el esfuerzo de nativos e inmigrantes, en su mayoría italianos y españoles, que para participar de algún oficio religioso debían trasladarse a varias leguas de distancia.

La ciudad de Córdoba, Alta Gracia, o la estancia La Lagunilla, hoy Malageño, eran los destinos utilizados con este fin y si tenemos en cuenta los medios de transporte disponibles en esa época, nos permite imaginar lo sacrificado y dificultoso que resultaba poder hacerlo. Es por eso que su construcción fue recibida con mucho beneplácito por las familias del lugar

Al principio la edificación no contaba con la torre y el campanario. Recién en el año 1931 se pudo terminar, quedando la capilla como se la ve en nuestros días. 

Si bien quedaba pendiente la realización del revoque del edificio, esto nunca se llego a concretar, aunque posiblemente hubiera incidido negativamente en la apreciación de la arquitectura de este monumento histórico. Contemplarla es desandar la historia llena de nostalgia y recuerdos.

Su festividad patronal se realiza los días 4 de agosto y es asistida por numerosas personas de la zona y la ciudad de Córdoba que seguramente tuvieron sus raíces en ese lugar.