Científico cordobés: “En la provincia hay tormentas únicas”

Un científico cordobés participó en 2018 de una investigación internacional, denominada “Proyecto Relámpago” y financiada principalmente por Estados Unidos, que estudió las fuertes tormentas en la provincia con el objetivo de prevenir este tipo de fenómenos meteorológicos y tomar acciones en distintos ámbitos de la gestión ambiental.

Se trata del ingeniero civil y ambiental, Marcelo García, quien además es investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de Argentina (Conicet) y docente en la Universidad Nacional de Córdoba (UNC).

El proyecto, que continúa en la actualidad con el procesamiento de la información y con el traspaso de la misma a los niveles de la gestión gubernamental, fue destacado en el diario norteamericano The New York Times.

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Entrevistado por Cadena 3, García dijo este martes que en Córdoba hay “tormentas únicas”, con “piedras de hasta 18 centímetros” que marcaron un récord mundial en febrero de 2018 en Carlos Paz y con nubes que pueden llegar hasta los 20 mil metros de altura.

La particularidad por la que se eligió Córdoba para hacer la investigación, tras una fallida experiencia en Brasil, es que las tormentas están focalizadas en las sierras. “Es un laboratorio natural”, describió.

Con respecto a la utilidad de los datos recabados, destacó: “En los últimos dos años, logramos con el Gobierno provincial incorporar los resultados, como también con el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) y la Universidad Nacional de Córdoba (UNC)”.

“Ahora, uno puede predecir qué tipo de tormenta está llegando y se han operado los embalses. En el Dique La Quebrada se pudo usar su volumen para que esté lleno al final del período de lluvias y no sufra la sequía en el tiempo sin las mismas. Antes, se bajaba el embalse y después la tormenta no pasaba. Ahora, con el preaviso, podemos abrir las válvulas cuando vemos que va llegando”, detalló.

Por último, dijo que cualquiera puede convertirse en un “cazador de tormentas” e instó, principalmente a los niños, a “no dejar la ciencia sólo para los científicos profesionales”.

“No hace falta tener un título. Un cazador de tormentas sería un ciudadano apasionado por la meteorología, que está atento con los dispositivos como celulares, botellas de plástico para captar la lluvia, medir el granizo, etcétera. No hay límites de edad. Ojalá todos estos proyectos científicos despierten interés, sobre todo en este mundo que cambia tanto. Hacer ciencia para transferir a la gestión será clave. La ciencia es para todos”, concluyó.

Entrevista de “Turno Noche”.