Es kinesióloga y en pandemia empezó a vender ojotas bordadas

“Yo soy licenciada en kinesiología y fisioterapia, una profesional de la salud independiente. Los consultorios privados fueron cerrados por la cuarentena y por una cuestión económica y de salud mental, tuve que buscar algo para sustentarme”, contó a Cadena 3.

Fue así que Marisa comenzó a buscar de qué manera obtener ganancias y una tarde viendo un tutorial de Youtube de bordado de ojotas se le ocurrió que podía hacer eso y lanzar un emprendimiento.

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“Empecé con las ojotas bordadas, me comuniqué con gente de San Pablo que hacía estas cosas, compré las ojotas online de primera marca brasileña y empecé. Fue una entrada económica y una ayuda para mi salud mental”, expresó.

A principios de mayo del año pasado ya había montado un nuevo negocio, bordaba las ojotas y con ayuda de su hijo se armó una cuenta en Instagram para venderlas de manera online.

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“Como kinesióloga la herramienta de trabajo son las manos y creo que viene por ese lado. Lo que son bordadas son las correas y todo el trabajo manual que implica concentrarse en lo que estás haciendo”, indicó.

Lo que hizo Marisa puede ser una inspiración para muchas personas que no consiguen trabajo y necesitan reinventarse para desarrollarse. “Hay que ocuparse en vez de preocuparse y puede salir algo maravilloso”, aconsejó.

“Yo en junio empecé a trabajar en consultorio, a todas las ramas de la salud nos dieron las autorizaciones, pero seguí con las ojotas porque me encantó ver que el producto fue bien aceptado y que la gente agradecía”, destacó.

“Ahora trabajo en mi consultorio, pero tengo mi tiempo y mis horas para esto porque me salvó, y me ayudó mucho emocionalmente”, manifestó.

Entrevista de Una Mañana para Todos