Soltero a los 40: cómo volver a vincularse

Hace no más de 20 años llamar al teléfono fijo de la casa del chico o chica que nos gustaba era de lo más habitual. Hoy, los celulares y las redes sociales configuran una nueva realidad.

A la hora de buscar pareja o simplemente ampliar el círculo social los mayores de 40 años se encuentran con un mundo volcado a lo virtual, y es allí donde las aplicaciones de citas (Tinder, Badoo, OkCupid) surgen como el lugar para conocer personas.

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La licenciada Karina Bazán (M.P.: 3424) especialista en pareja y sexualidad comentó a Cadena 3: “Después de los 40, por lo general, la búsqueda está focalizada en el amor de pareja. Pero, antes tendríamos que hacer una mirada hacia nosotros mismos, a nuestro amor propio y a nuestra autoestima; para luego orientar la búsqueda a con quién queremos compartir esta vivencia de estar en pareja”.

“Cuando ya se tiene esta claridad, se debe empezar a ver el cómo, a raíz de la pandemia (de coronavirus) las redes sociales son un medio que se utilizó mucho para conocer gente, y hay personas que han tenido facilidad para hacerlo”, indicó.

Aplicaciones de citas: ¿Sí y no?

Bazán señaló que las personas que tienen en claro las reglas de juego de las citas a través de las redes no tienen dificultad, otras, en cambio, lo sienten como una exposición.

“Les recomendaría las citas a quienes están con disposición de conocer, de relacionarse, de exponerse. Son personas que pueden bajar sus expectativas en cuanto a vivir el momento y el proceso, se dan su tiempo, ponen límites, y en un futuro esto pude llevar a una relación formal de pareja”, explicó.

En cambio, “no se lo recomendaría a quienes son reticentes a socializar, ellos requieren un ensayo previo, quieren estar en una relación, pero a la vez tienen una fuerte resistencia por cosas no resueltas, inseguridades y miedos”.

“Sobre todo para las mujeres es un desafío que las pone de cara a retos internos, es volver a conectarse con su imagen, su sexualidad y cuando la búsqueda tiene que ver con algo más formal se activan los prejuicios, ahí conocer gente a través de las redes no es una posibilidad”, apuntó.

Entonces, “cuando se quiere más que un encuentro casual se busca socializar en actividades de interés que sean grupales (hacer un curso o un deporte), ahí la búsqueda es más relajada y más indirecta, es hacer algo afín a mi interés y conocer gente”.

Club de Solteros: no tenés que gustarle a nadie

Ivana Franco, presidenta del Club de Solteros (https://clubdesolteres.com/), contó que la idea surgió a partir de una experiencia personal donde cuatro amigos que estaban sin pareja decidieron organizarse para salir a un bar, un restaurante e incluso ir de viaje.

“La diferencia del Club de Solteros con el resto de las aplicaciones es su finalidad, lo que buscamos es integrar a los solteros de una manera natural para que formen parte de un grupo. Las propuestas son ‘vení a tomar algo en un bar y en grupo’, el soltero no tiene una cita con una persona sino con un grupo, primero se conectan virtualmente y después se encuentran”, describió.

Para ser parte del club los interesados deben llenar un formulario con sus datos y entran en una lista de difusión. “Los solteros participan activamente y con el compromiso de formar parte del grupo a partir del pago de una reserva mínima que se retribuye con la consumición en una mesa”, explicó Ivana.

“Lo virtual puede ser una pasarela al ingreso de perfiles falsos, ya que no hay nada regulado, todo es gratuito y no sabemos con quién estamos hablando. Buscamos que no sólo haya tranquilidad de saber con quién estoy hablando y me voy a juntar sino un compromiso”, indicó.

Los grupos se forman en base a rangos etarios e intereses (fanáticos del asado, personas que gustan del vino o el mate). Entonces, “este grupo que se conectó en una salida de bar termina armando sus próximos planes que pueden estar vinculados a ese interés en común”.

Solteros en pandemia

Actualmente, el club propone salidas de bar en grupo para integrar al soltero a esta nueva normalidad, donde todo está regulado y regido por el protocolo para evitar el contagio de Covid-19.

“Durante el confinamiento los grupos virtuales fueron numerosos, porque esta virtualidad regulada hizo que los solteros se conectaran desde sus casas, compartiendo lo que veían, lo que comían y estaban acompañados. Luego, la recompensa fue juntarse en un bar y brindar por el encuentro”, relató.

En tanto, Ivana advirtió que, si bien el objetivo del club no es buscar pareja sino hacer amigos para ampliar un círculo social y para compartir salidas, “es real que se han formado varias parejas”.

“Desde el momento que los solteros están relajados, compartiendo una actividad en concreto sin la necesidad de gustarle al otro, la conexión es genuina y se da de manera natural”, reflexionó.

El Club de Solteros nació en Córdoba y desde 2016 se expandió a Buenos Aires y Rosario, llegó a Madrid y Barcelona en España, y a Porto, en Portugal.

Informe de Débora Loza.