Desenlace fatal en Córdoba
27/01/2020 | 19:11 | El jefe de Toxicología del Hospital de Urgencias, Daniel Gómez, explicó a Cadena 3 cómo actúa la seta venenosa que comió un turista. “50 gramos son suficientes para matar a un adulto”, dijo. En la nota, detalles.
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Amanita phalloides, uno de los hongos más tóxicos del mundo (Daniel Gómez, médico)
El jefe de Toxicología del Hospital de Urgencias de Córdoba, Daniel Gómez (MP: 17927), explicó este lunes que el hongo Amanita phalloides, que consumió un turista riocuartense en Santa Rosa de Calamuchita, es uno de los más venenosos del mundo.
Entrevistado por Cadena 3, Gómez contó que esa seta es tan tóxica que también se la conoce con el nombre de “cicuta verde” y detalló que agrede el hígado de manera fulminante.
“El Amanita phalloides ataca el sistema enzimático. Por eso, la lesión fundamental se produce en el hígado, donde va rápidamente, y actúa sobre las enzimas hepáticas. Cincuenta gramos de ingesta de este hongo, que es fácilmente confundible con otros comestibles, es suficiente para matar a un adulto y menos cantidad, a un niño”, detalló el especialista.
En ese contexto, especificó que, una vez ingerido el hongo, el cuadro clínico presenta las siguientes etapas: incubación, intestinal, mejoría o agresión visceral.
“La primera no tiene síntomas y puede durar 12 o 24 horas. La segunda consiste en una gran gastroenteritis o gastroenterocolitis, en las que se pierden importantes cantidades de líquido. Aquí puede haber un pequeño fallo renal y suele durar de 12 a 24 horas”, describió.
“La tercera fase, en la que el hígado todavía no está tocado, no tiene síntomas y puede durar 24 o 48 horas. Por último, está la agresión visceral, en la que se afecta la parte hepática con toda la insuficiencia marcada que puede llegar al trasplante, porque hay trastornos hemorrágicos y no hay enzimas”, añadió.
Con respecto al tratamiento, el facultativo habló de tres fases: soporte, eliminación de toxinas y administración de antídotos.
“El tratamiento de soporte es meterle líquido al paciente para que no se deshidrate y no le falle el riñón. La eliminación de toxinas se hace por medio de lavado intestinal: se pone una sonda nasogástrica con purgante con carbón activado para que se vaya rápidamente”, explicó.
“Los antídotos son la penicilina G, antibiótico que damos para las infecciones. Después, el segundo es ácido tióctico, que es un protector hepático. Por último, la silibinina, que es difícil de conseguir en Argentina”, agregó.
Informe de Federico Albarenque.