¿Cómo funciona la tenencia y portación de armas en Argentina?

El Gobierno Nacional estableció que a partir de los 18 años los ciudadanos pueden portar armas, una decisión que ha generado controversia. Anteriormente, la edad mínima era de 21 años. Raúl Panero, presidente de la Asociación de Usuarios de Armas, explicó  a Cadena 3 que "lo que se ha hecho en realidad es simplemente ajustar la norma a lo que dice la ley", refiriéndose a la Ley Nacional de Armas 2429.

Peñero aclaró la diferencia entre tenencia y portación de armas. La tenencia permite a los ciudadanos poseer un arma en su hogar, mientras que la portación implica llevar un arma cargada en la vía pública. "La portación de armas de fuego implica que uno lleve un arma adosada en el cuerpo, lista para disparar en un lugar público o privado de acceso público", afirmó. 

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En cuanto a quiénes pueden portar armas, Peñero indicó que "no llegan a 2000 civiles en todo el país que están autorizados a aportar armas". La mayoría de los autorizados son miembros de fuerzas de seguridad o personas que trabajan en empresas de seguridad. "La ley argentina le otorga a la aportación de armas un carácter restrictivo", destacó. 

Sobre el control de la tenencia de armas, Peñero señaló que los legítimos usuarios están sujetos a controles en la vía pública y colaboran con las autoridades. "Los que estamos autorizados a poseer armas nos cuidamos muchísimo de esto, porque si no perdemos la condición de legítimo usuario", aseguró. También mencionó que la legítima defensa está regulada por el Código Penal, que permite su uso en situaciones específicas. 

Respecto a los exámenes de salud, Peñero explicó que deben renovarse cada cinco años y que los profesionales que los realizan deben estar registrados. "Estamos realmente muy controlados. Los legítimos usuarios somos los ciudadanos que estamos bajo la lupa con más fuerza por parte del Estado", afirmó. 

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Peñero también expresó su preocupación por la posibilidad de una libre portación de armas, afirmando que "nosotros rotundamente decimos que no" a esta idea. Destacó la necesidad de un marco regulatorio estricto y transparente para evitar abusos en la concesión de permisos. "Lo que hay que, me parece a mí, es quitarle a los funcionarios esa discrecionalidad de que puedan otorgar a quienes ellos quieran", concluyó.

Entrevista de Viva la Radio