El relato de un transportista escolar en un año sin clases

Las medidas para evitar una mayor propagación de contagios del coronavirus provocó un parate de la actividad económica y que miles de trabajadores, tanto de sector formal como informal, vieran afectada su labor diaria.

Así es el caso de los transportistas escolares, que sólo trabajaron dos semanas de marzo y luego no pudieron retomar sus tareas, ya que las clases presenciales recién vuelven el próximo lunes.

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"Fue desesperante, porque estábamos acostumbrados a tener un ritmo de vida, y todo se acabó. No podíamos generar dinero con las dos traffics: llegamos a tener tanto y luego no tener nada", expresó Mariano Tomás en diálogo con Cadena 3.

Reprochó la actitud de las autoridades "por darles la espalda en todo momento". "Tuvimos que hablar con el carnicero que comprábamos alimentos toda la vida, nos dio un espacio para ofrecer bolsones de verduras a los clientes. Pero pasaron los días y las clases no volvían", relató.

Ante esto, decidieron abrir su propia verdulería: esto provocó que sus cuatro hijos permanecieran solos durante gran parte del día.

"Era llegar y que los más grandes (de 23 y 20 años) hayan ayudado a los más chicos (de 13 y 8 años) en las tareas. Además, también preparaban la comida", dijo emocionado.

Sin embargo, para afrontar los gastos diarios y educativos de los hijos debieron vender uno de los vehículos. "Me trataban de loco porque estaba muy barata, pero no me quedaba otra. Fue muy fuerte", comentó entre lágrimas.

Sobre las expectativas del regreso a las escuelas, aseguró que están ansiosos y preocupados a la vez, porque "es como empezar de nuevo". "Los padres están como locos por los horarios, no saben qué hacer. Te piden que los busquen primero y lo dejen al último", concluyó Mariano.

Entrevista de Raúl Monti y Geo Monteagudo.