La tormenta perfecta para el Capitán Beto

Estamos ante un alto nivel de conflictividad social, que parece escaparle a las capacidades negociadoras del gobierno nacional.

Sectores piqueteros y políticos, como el Partido Obrero, estuvieron en las calles, una vez más, este jueves.

Al frente, una mayoría silenciosa que soporta estoicamente la crisis, con cada vez menos plata para comprar y menos productos en las góndolas.

Y encima se le dificulta ir a trabajar, moverse en ciudades que se le ponen cada vez más inhóspitas.

El índice de inflación. 5,3 por ciento en junio. Julio pinta peor.

El gobierno le da masa a la maquinita de emitir: chiqui pum, chiqui pum, como La Casa de Papel.

Las cifras parecen fuera de nuestro alcance mental.

Un ejemplo: el 8 de julio el Banco Central le giró 140.000 millones de pesos al Tesoro por la vía de Adelantos Transitorios.

En el año van 952.500 millones de pesos en el año.

El diario El Cronista ofrece este dato: con este último envío, el BCRA ya quedó a un paso de alcanzar el límite de financiamiento monetario permitido para el tercer trimestre del año, de 665.400 millones de pesos.

Esto implica que la entidad que preside Miguel Pesce apenas tiene margen para emitir 35.349 millones en dos meses y medio.

De lo contrario, incumpliría la nueva meta acordada con el Fondo.

El paro del campo, que se viene para la semana próxima.

Le guste o no le guste al kirchnerismo el campo es el motor de la economía argentina.

La reacción de los mercados, que están indomables.

Más allá de que la portavoz presidencial, Gabriela Cerruti, se haga la enojada y hasta diga que los mercados le creen a la ministra de Economía, Silvina Batakis.

Los gremios alineados en la CGT se preparan porque se ven venir que la crisis no toca fondo.

Por lo pronto, los gremios más peronistas, que están en la CGT, están armando una marcha para agosto, aunque como apuntamos ayer, falta tanto tiempo que puede parecer apenas una maneaza.

Desde la CTA, que arropó a Cristina en el acto del día en que renunció Martín Guzmán, y otros sindicatos están exigiendo reapertura de paritarias, nuevos bonos y aumentos para los jubilados.

Hay que mirar con atención el acuerdo entre el dirigente social Juan Grabois, amigo del Papa y cercano a Cristina, con el Polo Obrero y otros grupos más duros de los movimientos sociales.

¿Qué quiere Grabois? Lo mismo que Cristina y Máximo Kirchner: el Salario Básico Universal.

Hubo una nueva cumbre entre el Presidente, Cristina Fernández y Sergio Massa en Olivos.

Curiosamente, a través de las redes sociales del Senado confirmaron la existencia de la reunión en una desmentida.

Dicen que no hay ninguna intención de desacelerar el acuerdo con el Fondo, como trascendió.

Ni que se haya tratado el aumento del dólar turista.

Ya lo hemos dicho: Cristina no quiere quedar pegado con ninguna medida de Silvina Batakis.

En definitiva, el contexto no le es favorable al Presidente, que anda como el Capitán Beto de su ídolo Luis Alberto Spinetta.

Sin brújula y sin radio para enfrentar una tormenta perfecta.