Lenguas indomables

"Lo que Alberto ha hecho por este país y las cosas que ha conseguido en situaciones adversas son mágicas. Debe ir por la reelección".

Aníbal Fernández repite habitualmente una frase de Juan Perón, pero no la cumple.

Decía Perón que del único lugar que nos se vuelve es del ridículo.

Aunque hay sobradas pruebas de que Aníbal es incombustible.

Pero hay expresiones que deberían evitarse porque todos sentimos que nos agarran por tontos.

¿Qué anota Aníbal para acreditarle a Alberto el derecho a ir por la reelección?

Lo que hizo en la pandemia… una fiestita en Olivos mientras el país estaba encerrado.

La guerra, justo él que antes de la invasión de Rusia a Ucrania le dijo a Vladimir Putin que la Argentina era su puerta de entrada a Latinoamérica.

Agregó obra pública,creación de pymes, la desocupación.

Nada se nota demasiado.

La realidad económica está a la vista.

Y para pesar de muchos de los kirchneristas, como dijimos ayer, temen que la política que lleve adelante Silvina Batakis vaya peor.

El populismo sin plata es imposible.

Y por si fuera poco, le echó un balde de nafta (gasoil no consiguió) al fuego de la interna: a Alberto Fernández, dijo, lo designó “el pueblo” como Presidente y no Cristina Kirchner.

No es Aníbal la única figura dentro del Gobierno que parece no estar a la altura de las circunstancias.

La portavoz presidencial, Gabriela Cerruti, en lugar de cumplir con la misión para que le pagan el sueldo, que es dar información, se la pasa atacando al periodismo.

La señora Cerruti tampoco mide lo que dice.

Pero no vale la pena ahora enfocarse en ella.

La conclusión de todo esto es que el Presidente apenas está rodeado por un círculo pequeño de amigos, sin peso político, pero con lengua demasiado desatada…