Quién fue San Jerónimo y por qué es el patrono de Córdoba

Casi todas las ciudades tienen un santo patrono, que es el protector espiritual de la comunidad.

El de Córdoba es San Jerónimo, que fue designado por su homónimo y fundador de la ciudad, Jerónimo Luis de Cabrera, probablemente por llevar el mismo nombre.

Por ese motivo, desde 1573, cada 30 de septiembre se conmemora su día, en recordatorio del fallecimiento de ese santo en la ciudad de Belén.

¿Pero quién era San Jerónimo? Nació en el año 342 en Estridón, un poblado que quedaba en Dalmacia, una provincia de la antigua Roma. Hoy se estima que Estridón estaría emplazada en la actual Croacia o Eslovenia.

San Jerónimo fue un erudito de la Iglesia católica, y un estudioso de las Sagradas Escrituras. De hecho, fue él quien tradujo -del hebreo y el griego- la Biblia al latín, lo que se conoce como la "Vulgata", que significa "para el pueblo". 

Por ese motivo, hoy también se celebra el Día Internacional de la Traducción, ya que, como traductor de la Biblia, San Jerónimo es el santo patrono de los traductores.

En la Catedral de Córdoba aún persiste un lienzo de San Jerónimo, que se puede contemplar.

Y también en el Museo de Arte Religioso Juan de Tejeda se conserva una imponente talla de madera de San Jerónimo, atribuida al escultor filipino Esteban Sampzon, con intervenciones del retablista Antonio Font.

No obstante, según supo contar Esteban Dómina, San Jerónimo no fue el único patrono de la primera hora en Córdoba. Jerónimo Luis de Cabrera era devoto de la Virgen y colocó a la Iglesia Mayor bajo la advocación de la Virgen de la Peña de Francia, que fue rebautizada por los nativos como Nuestra Señora de Copacabana.

La Docta no es la única devota de San Jerónimo en Argentina. La ciudad de Santa Fe adoptó el mismo santo como patrono, aunque se desconocen los motivos. Algunos afirman que fue por sorteo, como solía hacerse en aquellas épocas.