24 de Marzo: el Estado no está para seguir bajando línea
24/03/2025 | 15:01Redacción Cadena 3

Me pregunto si es función del Estado dictarnos qué pensar, qué opinar y cómo juzgar la realidad. La reciente retórica del presidente Javier Milei reavivó el debate sobre la intervención del Estado en la vida pública, especialmente en lo que respecta a la memoria histórica.
Su propuesta de reducir las funciones del Estado, que en muchos casos fueron excesivas, plantea interrogantes sobre la forma en que se maneja la narrativa histórica en nuestro país.
El actual gobierno vuelve a establecer un discurso sobre el 24 de marzo de 1976, un tema que fue objeto de manipulación durante dos décadas.
Durante esos años, el kirchnerismo impuso una versión única sobre los hechos de la década del '70, utilizando la memoria histórica como herramienta de propaganda y control social.
Esta narrativa se convirtió en un medio para cooptar voluntades, para convertir a organismos de derechos humanos en instrumentos políticos y para llenar la administración pública con militantes que, en muchos casos, no tenían otra función que la de sostener esa narrativa.
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El kirchnerismo no solo se apropió del discurso de los derechos humanos, sino que también impuso una forma de pensar sobre el pasado que excluye a quienes no se alinean con su visión.
La ley en la provincia de Buenos Aires que penaliza a quienes cuestionan la cifra de 30.000 desaparecidos es un claro ejemplo de cómo se busca silenciar voces disidentes. Esta cifra, que se basa en el informe de la Comisión Nacional sobre Desaparición de Personas (Conadep), se usó para construir una verdad oficial que no admite cuestionamientos.
Me pregunto, entonces, si los argentinos realmente tenemos una única opinión sobre lo que ocurrió. A pesar de que el kirchnerismo demonizó a los militares y reivindicó a los guerrilleros, ¿es esa la percepción mayoritaria en la sociedad? ¿Ignoran los argentinos el contexto en el que se desarrollaron los hechos de la década del 70?
A medida que el tiempo avanza, historiadores y académicos se ocupan de revisar fuentes y documentos, aportando una visión más matizada y completa de un pasado que, aunque doloroso, debe ser abordado con rigor y responsabilidad.
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En vivo
24 de marzo. Organismos de DD.HH. y agrupaciones políticas marchan por el Día de la Memoria
Este lunes se realizan movilizaciones en todo el país por el 49° aniversario del golpe militar de 1976. La manifestación principal se lleva a cabo en Plaza de Mayo. Portan consignas contra el gobierno de Javier Milei.
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Es innegable que las heridas de esa época aún están presentes, pero me pregunto si es necesario que el gobierno actual nos imponga otra versión, en este caso a través de un video de 17 minutos que nos explique cómo debemos pensar sobre el 24 de marzo.
¿Acaso no hemos tenido ya suficiente con dos décadas de una narrativa única? ¿No hemos formado nuestras propias opiniones sobre lo que ocurrió en 1976? Todos los argentinos, desde quienes vivieron esos años en carne propia hasta los más jóvenes que tuvieron acceso a información, deberían tener la libertad de formarse su propia perspectiva.
La pluralidad de opiniones es un valor fundamental en una sociedad abierta y libre. Por lo tanto, ¿es necesario que el Estado, en su nueva configuración política, nos dicte qué pensar sobre la tragedia que hemos vivido? ¿No tenemos ya la capacidad de reflexionar sobre el pasado y aprender de él, sin la necesidad de una guía estatal que nos indique el camino?
La historia debe ser un espacio de debate y reflexión, no una imposición. Es muy importante que entendamos lo que ocurrió en 1976, pero también es esencial que lo hagamos desde nuestras propias experiencias y conocimientos, sin la intervención de un "papá Estado" que nos diga cómo debemos pensar.
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