El peso político y poder de las mujeres de Javier Milei

Sergio Suppo

Desde la época de Marcelo T. de Alvear fue presidente, Javier Milei el único presidente que efectivamente le gusta la ópera. Alvear estaba casado con Regina Pacini y era realmente un melómano, un amante de la música de ópera, es el primero que escucha ópera.

Milei escucha horas de ópera por semana y le gusta, por lo tanto, ir a ver ópera en vivo como ocurrió anoche con la promocionada compañía de la señora Amalia González, "Yuyito". Tengo otra lista de mujeres que son a las que yo habitualmente me dedico en términos de comentario político, o sea, las relaciones políticas de Milei que son relevantes y son muy importantes. Voy en orden ascendente, de menor a mayor.

Marcela Pagano, periodista. Tuvo un momento de popularidad muy importante cuando la postuló Milei para candidata a diputada por la Ciudad de Buenos Aires, iba a ser la presidenta de la Comisión de Juicio Político, llegó una llamada de la Casa de Gobierno y la sacaron. Casi termina renunciando a la banca Pagano, pasó a un cuarto plano.

Carolina Píparo, candidata a gobernadora de la provincia de Buenos Aires. Perdió con Axel Kicillof, es diputada nacional, ya está prácticamente en otro partido político, es casi una opositora a Milei hoy en día.

Hay otras dos diputadas que atraviesan un muy buen momento en la relación con el Gobierno nacional, porque obviamente no es sólo Milei el Gobierno Nacional.

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Lilia Lemoine, que sigue siendo, además de diputada nacional, maquilladora oficial del Presidente. Se conocen con Milei desde la época en que ambos se disfrazaban para las Comic Con. Es maquilladora de profesión. Sí, ella la maquilla y resuelve las cuestiones estéticas del Presidente. Tiene una relación personal desde hace bastante tiempo.

Juliana Santillán, una diputada de Mar del Plata, que ha cobrado un fuerte protagonismo en los últimos tiempos, tenía originalmente relaciones con el peronismo. Santillán es una chica que tiene un buen discurso político, tiene en este momento un nivel de aparición pública impulsada por la Casa de Gobierno.

Vamos un poco más para arriba, naturalmente.

Diana Mondino, canciller. Empezó con un gran protagonismo, acorde a un cargo de la relevancia de ser ministra de Relaciones Exteriores, empezó también como "bombera del Presidente". ¿En qué sentido? Iba y arreglaba los líos que Milei decía cuando hacía declaraciones en contra de presidentes de otros países. Se fue a Brasil, se fue a España, se fue a China. Iba con la manguera para apagar los incendios, digamos. El último incendio no lo apagó ella, sino lo apagó Karina Milei yendo a la Embajada de Francia, en Buenos Aires, sobre los dichos de Victoria Villarruel. Y consiguió finalmente que se confirmara la reunión que va a tener el jueves con el presidente Macron en París. Es una reunión bilateral, por lo tanto, es una reunión importante, no es solo ir a la inauguración de los Juegos Olímpicos.

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Para los mileistas puros, Villarruel ya es una extraña dama

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¿Ha salido del foco Diana Mondino en el último tiempo? No solo ha salido del foco, sino que ha habido ya por lo menos dos versiones y rumores orientadas a decir que estaba fuera de la cancillería, incluso Daniel Scioli se puso el traje.

Bueno, digamos que no atraviesa hoy por un buen momento la economista cordobesa, en términos de figuración pública y de presencia y de relevancia en el esquema de poder.

Patricia Bullrich tiene un nivel de autonomía llamativo para el estilo de gobierno de Javier Milei. Es, además, una aliada clave desde el punto de vista político porque Bullrich le está llevando una parte del PRO a La Libertad Avanca. Entonces, al mismo tiempo que tiene autonomía en el funcionamiento del Ministerio de Seguridad, obviamente un área muy importante, Bullrich ya había sido ministra de Seguridad de Macri, tiene experiencia en ese sentido, tiene también autonomía política fuerte. Le va bien. Es de las pocas mujeres a las que le va bien.

A la que no le va bien, ya sabemos, es a la vicepresidenta Victoria Villarruel, que viene de un cruce muy fuerte por el tema del tuit que ella posteó en relación a Francia, al racismo por la publicación de Enzo Fernández, al cántico racista de la Selección.

No es la primera vez que tiene un problema y yo diría que la relación política entre Milei y Villarruel está virtualmente cortada. No llegan a un enfrentamiento directo público, pero cada vez que Villarruel comete un pequeño errorcito hay otra persona en el gobierno que sale a marcárselo y le achica el nivel de maniobra.

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Opinión

El viaje de Milei a Francia y el enfrentamiento entre Karina y Villarruel

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Villarruel, lo hemos dicho acá, tiene una política y un perfil político propio distinto de la de Milei y tiene ambiciones propias y eso naturalmente agudiza el problema que tiene con la mujer más poderosa de la Argentina, la mujer que ha ejercido más poder en la Argentina después de Cristina Kirchner, que es Karina Milei, Secretaria General de la Presidencia. Es hoy la mujer más poderosa del país, en términos políticos, por supuesto.

Karina Milei es la mano derecha de su hermano y la que lleva adelante la gestión política del Gobierno, que no es poco. Lo acompaña sol y sombra, ejerce institucionalmente también en algunas oportunidades como primera dama, es lo que va a ocurrir ahora en los Juegos Olímpicos (esto es una cuestión de menor importancia, lo de la primera dama) porque lo que tiene Karina Milei es el poder y un gran poder de influencia sobre su hermano y por lo tanto un gran poder respecto de todas estas mujeres que acabo de nombrar, muchas de ellas caídas en desgracia por su influencia respecto de Javier Milei.

De manera que hay muchas mujeres en el gobierno de Javier Milei y tienen mucha importancia. Lo de Amalia "Yuyito" González es entretenido, muy entretenido, podemos hablar todo el día si quieren, pero lo importante está en este grupo de mujeres que les acabo de nombrar.

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