La derrota dispara una dura pelea entre Alberto y Cristina

Sergio Suppo

 Diría alguna vez un humorista, reina o gobierna en el país el general Desconcierto. No, no, no tengan miedo. No han vuelto a los militares ni van a volver nunca más. Pero la verdad es que en el Gobierno hay un desconcierto generalizado y un cruce de presiones que tres días después de las elecciones en las que resultó derrotado, llama mucho la atención, inquietan mucho y quizá un poco más todavía que un resultado adverso que puede recibir en cualquier circunstancia cualquier Gobierno. ¿Cuáles son las últimas noticias? Las últimas noticias son que el gobernador Axel Kicillof recibió de parte de sus ministros un ofrecimiento de renuncia .

El lunes apenas comenzó el día después de la elección ,la gobernadora de Santa Cruz, también derrotada le pidió la renuncia a todo el gabinete. No fue una ocurrencia de Alicia Kirchner; fue una indicación de la vicepresidenta Cristina Kirchner, como una señal indicativa al presidente Alberto Fernández de que no sólo debe cambiar y tomar medidas en el rumbo del Gobierno- sobre todo de la política económica- sino también cambiar nombres.

Cristina apunta especialmente al ministro de Economía, Martín Guzmán, y en segundo término, al jefe de Gabinete ,Santiago Cafiero. Ahora el mensaje es todavía más directo Es en la gobernación de la provincia de Buenos Aires , Kicillof está amagando con cambiar el gabinete para tratar de indicarle al presidente que tiene que cambiar el gabinete. Y el presidente, por ahora, ha mandado a decir que no cambia y ha reafirmado no una, sino dos veces, en dos actos públicos, que va a mantener el rumbo de la gestión.

Hay, por lo tanto, un problema muy fuerte. Lo decíamos ayer, vale repetirlo hoy, respecto de cuál es el rumbo definitivo que va a tomar el Gobierno peronista kirchnerista luego de ser derrotado. Si va a ser el rumbo que pretende Alberto Fernández, que es anunciar algunas medidas, que morigerado el impacto económico que tiene la crisis en muchos ciudadanos o si además de eso, va a cambiar nombres e incluso va a torcer fuertemente el rumbo de la economía.

Si uno escucha a algunos dirigentes marginales del kirchnerismo, como Amado Boudou, como Luis D Elía como algunos diputados también marginales respecto del Instituto Patria, pero que son igualmente kirchneristas pero que no necesariamente expresan el pensamiento de la vicepresidenta de la nación, uno puede pensar que lo que le está planteando la vicepresidenta al presidente, es un cambio rotundo, una radicalización violenta de la economía, una derivación fuerte hacia posiciones de izquierda: control, estatismo, controles de cambios .

Hay quienes, como por ejemplo el director del Banco de la Nación, Claudio Lozano, que propone aplicar una moneda que no sea convertible con el dólar. Una brillante idea que tuvo Cuba que llevó a que los cubanos cobren 5 o 6 dólares de salario mientras los que trabajaban en los hoteles, recibían propinas de 4 o 5 dólares cada vez que servían un café.

Bueno, pero no nos vayamos a Cuba, porque no estamos en Cuba ni estamos en Venezuela. Estamos en un país que tiene un gobierno que está discutiendo fuertemente qué hacer luego de haber sido derrotado. Hay una coincidencia sí entre el presidente, la vicepresidenta, que consiste en lo siguiente. Creen que repartiendo plata van a recuperarse de la derrota y que van a mejorar la posición electoral para el 14 de noviembre.

El sentido del voto del domingo pasado fue queremos que nos repartan más plata o queremos que nos baje la inflación para que la plata que nos ganamos los argentinos dignamente con nuestro trabajo , nos alcance para llegar a fin de mes. ¿Nos tienen que seguir repartiendo plata o queremos que nuestra plata valga? No es lo mismo, no, claramente no es lo mismo.