La fecha más triste de la presidencia de Fernández

Sergio Suppo

9 de septiembre de 2020 ¿Les dice algo esa fecha? Es cuando comenzó la decadencia definitiva de la presidencia de Alberto Fernández. ¿Qué pasó ese día? Convocó a una conferencia de prensa, se rodeó de intendentes del conurbano bonaerense y de Axel Kicillof y anunció que para pagar los aumentos que le reclamaba la Policía Bonaerense le iba a recortar más de dos tercios de la coparticipación que recibía la Ciudad de Buenos Aires.

Incluso fue invitado y no se sabía de qué se trataba esa conferencia el entonces intendente de Vicente López, Jorge Macri, que se enteró que le estaban sacando fondos al jefe de Gobierno de su partido en la Ciudad de Buenos Aires.

Ese día era el final de una secuencia en la que el presidente Alberto Fernández había alcanzado niveles inéditos de popularidad durante la primera etapa de la pandemia. Más del 70% de imagen positiva. ¿Se acuerdan ustedes de aquella conferencia de prensa conjuntas entre Kicillof, Rodríguez Larreta y Fernández? En realidad, lo que había ahí fue maquillaje para terminar con la grieta. Era un principio, un indicio, una posibilidad.

Se perdió esa posibilidad inmediatamente porque cuando Alberto Fernández trepó en la consideración pública, apareció Cristina cuestionando a la Ciudad de Buenos Aires y diciendo que era una ciudad opulenta y que eso perjudicaba a la provincia de Buenos Aires.

Inmediatamente ocurrió una huelga de la Policía de la provincia de Buenos Aires que terminó rodeando la residencia de Olivos para reclamar salarios. En realidad tenían que haber ido a reclamarle la plata a Kicillof, pero rodearon la residencia de Olivos y Alberto Fernández terminó pegándole un manotazo, para decirlo vulgarmente, a los fondos que le enviaba a la Ciudad de Buenos Aires y pasándoselas directamente a la provincia de Buenos Aires.

La acordada que acaba de dictar la Corte Suprema de Justicia, cierra el ciclo, o sea la Corte actuó como se suponía que iba a ocurrir, porque habitualmente en casos similares se expide en ese sentido.

De esa manera le dio la razón, en principio, a Rodríguez Larreta. Por lo tanto, la Ciudad de Buenos Aires va a recuperar parte de sus fondos y el Presidente se los tendrá que girar.