Llega diciembre, con nuevas amenazas

Sergio Suppo

Traigo una noticia de último momento: mañana comienza diciembre. Ese es el mes más temido de la Argentina. A lo largo de los años se va construyendo sobre diciembre una mitología de conflictos, de prevenciones. Este mes de diciembre llegará con algunos datos nuevos, complementarios al temor de conflictos y de problemas sociales que habitualmente, motiva la preocupación.

Hay dos elementos más: uno me parece menor, aunque la clase política le ha dedicado una especial atención y es el partido de esta tarde que decide la continuidad de la selección argentina en el Mundial.

Dirán ustedes que no es serio. El Gobierno y la oposición están atentos. Así la Argentina, progresar en el Mundial y jugar más partidos le importa a la clase política argentina porque va a detonar emociones y va a predisponer a los argentinos.

Yo creo que los argentinos están mal o bien dispuestos no por el fútbol, que en todo caso nos alegrará un rato o nos amargará un rato. Pero no mucho más que eso. El otro elemento es un evento político grave.

A este sí le prestó atención, que es la amenaza de Cristina de hacer respecto del fallo que puede recibir el próximo martes 6 de diciembre, porque ya hay un gremio que anunció un paro de actividades, algo que no tiene antecedentes políticos en Argentina.

Es bastante raro y singular que un gremio de empleados públicos le haga un paro al país en contra de su patrona, porque de alguna manera Cristina es el gobierno, y los empleados públicos nacionales nucleados, en ATE dependen de esa patrona. Pero no es lo único que puede tratar de precipitarse si Cristina es condenada, como muy probablemente lo sea.

Ese es el otro punto interesante y preocupante respecto de diciembre. ¿Qué hará al kirchnerismo si la vicepresidenta de la nación es condenada? Lo dejo simplemente como una pregunta. ¿Van a atentar en contra de la estabilidad política del propio Gobierno que integran? ¿Van a intentar atentar en contra de la tranquilidad social que los argentinos nos merecemos entre tantas penurias?