Luego del horror, el intento de atribuirlo

Sergio Suppo

Anoche vivimos una situación con pocos antecedentes en la historia argentina. Si bien hubo otros intentos de magnicidio, ninguno como éste fue registrado con la intensidad y la velocidad con la que hoy, en estos tiempos, se permiten tomar imágenes y reproducirlas.

Por lo tanto, la imagen del intento de asesinato de la vicepresidenta de la Nación debe ser en este momento uno de los vídeos más visitados en todo el mundo. No hace falta ni siquiera calificarlo frente a una situación que puede marcar un antes y un después. En principio estamos en presencia aparentemente de un atacante solitario.

Aparentemente, nos falta conocer todavía mucho del límite de la investigación, que apenas se está empezando en estos minutos, a través de la jueza Capuchetti y el fiscal Rímolo.

Hay un contexto y me parece que eso es lo que ha predominado después del impacto de lo que pudo haber sido un magnicidio. Impresiona mucho lo que vimos e impacta todavía más la proyección de lo que pudo haber pasado.

Cuesta mucho imaginar lo que pudo haber pasado si el arma funcionaba y las implicancias humanas y políticas que hubiese tenido para Argentina. Cuál fue la reacción del gobierno y en qué contexto se produce esta situación. Este atentado contra la vicepresidenta se produce al cabo de dos semanas en la que, luego de haber sido acusada y con pedido de condena por parte del fiscal Diego Luciani, desató una ola de manifestaciones públicas.

En su favor pronunció discursos virulentos de una fuerte condena al sistema judicial y a los opositores. Y en ese terreno y en ese marco, vamos camino hacia nuevos actos multitudinarios en busca de apoyo para la vicepresidenta.

No estoy diciendo que esta situación haya provocado el atentado de ayer. Estoy diciendo simplemente que ese es el contexto en el que se produjo.

El Gobierno reaccionó con un mensaje del presidente de la Nación acordado con la vicepresidenta Cristina Kirchner, convocando una movilización en Plaza de Mayo. Y eso es lo que determinó. Y ahora pongo comillas la necesidad de convocar para hoy a un feriado.

Qué diferencia había entre hacer un acto hoy y decretarlo feriado o hacer un acto mañana que el sábado, dejando que la gente trabajara hoy.