Nunca nada es un antes y un después, pero uno podría tomar la fecha del Pacto de Mayo, el 9 de Julio, como una nueva etapa. Lo hemos dicho, una nueva etapa del gobierno deJavier Milei.
El miércoles, una de las noticias del día, fue muy bien comentada aquí por Adrián Simioni, tuvo que ver con la desregulación del mercado aéreo comercial, las aerolíneas, la quita de privilegios a Aerolíneas Argentinas, la habilitación para que otras empresas puedan operar libremente con los pasajeros que deseen volar en la Argentina. Esa es apenas una muestra gratis, pequeña, ínfima, de una enorme maraña de beneficios, de ventajas, de prebendas, de acomodos que tiene la economía argentina. En el caso del mercado aéreo comercial, completamente desviado en favor de una empresa, Aerolíneas Argentinas.
Pero hay muchas actividades privadas que tienen beneficios. Entonces, la etapa que viene ahora, si Milei encara en profundidad y hay un nuevo ministro abocado a esa tarea, que es Federico Sturzenegger, va a traer una serie de conflictos porque van a patalear, y no necesariamente los gremios, como en el caso de Aerolíneas, van a empezar a patalear por arriba y por debajo de la mesa sectores empresarios completos. Si Milei va a fondo, y yo desearía que en muchos casos realmente vaya a fondo, va a traer una serie de problemas. Hay que ver cómo lo hace.
Con la ley Bases se perdió una oportunidad, por ejemplo, de terminar con los beneficios impositivos a dos empresas que fabrican y encarecen por completo los electrodomésticos y la tecnología electrónica, teléfonos celulares, computadoras, en Tierra del Fuego.
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Durante tantos años a la Argentina no se le ocurrió una forma de hacer sostenible, sustentable a la provincia de Tierra del Fuego. Entonces se acomodaron a doce empresas que se llenan de plata cobrándonos mucho más cara la tecnología que nosotros podemos comprar, porque la que viene importada es mucho más cara precisamente para proteger esas dos empresas. De eso está lleno.
El 9 de julio tuvimos sentados en nuestro Estudio Federal en Tucumán al presidente de la Unión Industrial de Tucumán, que también es el presidente de las uniones industriales del noroeste argentino. ¿Qué dijo el señor Rocchia? Que quería que le mantuvieran el precio del azúcar.
La Argentina tiene, en beneficio de los productores de azúcar, particularmente de Tucumán, un precio determinado más alto que lo que vale el azúcar a nivel mundial. El azúcar, como la soja o el petróleo, es lo que se llama un commodity. Hay un mercado global que fija el precio. Entonces los que necesitan comprar azúcar para hacer sus productos, hay un montón de actividades y productos que se fabrican en Argentina que requieren de azúcar o derivados de la caña, sólo la pueden comprar en Argentina a un precio más alto. De esto está lleno. El tabaco, la hierba, el mercado automotriz, hay un montón de situaciones que, si Milei, insisto, va a fondo, va a generar conflictos.
Hay que ver cómo lo hace y cuándo lo hace. Hay que hacerlo bien para no romper tejidos sociales y hacer una transición ordenada hacia un mercado abierto. Porque si lo hablás de golpe, puede ser más un problema que una solución.
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O sea, para llegar al destino, a lo mejor tenés que hacer una determinada transición. Es muy complejo y cada sector requiere de una especificidad. Lo que no se puede hacer es hacer nada. O sea, dejar todo como está, porque tres puntos del Producto Bruto Interno lo pagamos en prebendas. Nosotros, todos los argentinos, a sectores determinados de la economía que nos encarecen nuestra vida.
Entonces, Milei tiene la ideología y tiene la intención. Veremos el camino, cómo se desanda. Mientras tanto, Milei embate y acusa, contradiciéndose a sí mismo, a sectores del mercado. Por ejemplo, acusó de golpista a un banco privado muy importante. No lo nombró, pero todo el mundo sabe que el Presidente habló del Banco Macro. Porque el Banco Macro hizo una operación financiera a partir de los anuncios que había hecho el ministro Luis Caputo y el presidente del Banco Central, la semana pasada.
Perdóneme, Presidente, pero usted nos ha enseñado que el mercado es perfecto. Entonces, las decisiones que toma un actor del mercado, como un banco, no deberían ser necesariamente golpistas.
Digo para que nos entendamos, porque si cada cosa que le va a resultar adversa al Presidente lo va a acusar de golpista, de delincuente, de evasor, de esto o de lo otro, no va a quedar nadie con cabeza en la Argentina.
También acusó Milei de "ensobrados" a los periodistas que opinan algo en contra de él. Pero bueno, es parte de su estilo político. No le va mal a él, pero hay una cosa que hoy marca nuestro colega de La Nación, Carlos Pagni: una diferencia en las encuestas entre la imagen alta que él tiene como Presidente y la imagen que tiene su gestión.
Se empieza a abrir una brecha, una diferencia. La gente empieza a notar que a él lo bancan, pero que su gestión la empiezan a apoyar menos. Cuidado con esa brecha, porque puede ser más peligrosa en términos políticos que la brecha del dólar "blue".
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