Milei y los insultos que crean nuevos problemas

Sergio Suppo

Esta semana, el presidente de Argentina, Javier Milei, generó un conflicto diplomático con Colombia al insultar a su homólogo Gustavo Petro. 

Las palabras del mandatario argentino no quedaron en el vacío y han desatado una serie de consecuencias. 

Decirle asesino, terrorista, comunista al presidente de Colombia es un conflicto diplomático completamente innecesario. 

La gravedad del incidente radica en que ahora hay personal de la cancillería argentina trabajando para resolver este problema. El hecho ha llegado hasta tal punto que Petro ha considerado expulsar a la delegación argentina encabezada por el embajador Gustavo Dzugala. Es un conflicto innecesario y grave al mismo tiempo.

Más allá del incidente actual, lo cierto es que Argentina y Colombia comparten una larga historia en común y tienen intereses económicos mutuos significativos. La balanza comercial entre ambos países favorece a Argentina, quien exporta maíz y camiones entre otros productos a Colombia.

Otro ejemplo. Tenemos unas relaciones poco menos que congeladas con Brasil porque, a criterio del presidente, Lula es muy de izquierda y él está en contra del comunismo. 

Los principales cárteles de la droga son propiedad y tienen su base central en San Pablo. Mirá si no van a hacer falta tener buenas relaciones con Brasil.

Cuando vos hablas como presidente, no hablas como Javier Milei, hablas como presidente.  Involucras al Gobierno e involucras a tu país. 

Hay un problema que se llama investidura, que es lo que hay que tener en cuenta. No es gratis insultar al presidente de otro país. No es gratis, nunca.