¿Pacto, acuerdo o consenso?: qué se firmará el 25 de Mayo en Córdoba

Sergio Suppo

Me encuentro reflexionando sobre una cuestión que no deja de rondar mi mente: ¿Cómo le ponemos el nombre a las cosas? El Presidente Milei anunció que firmaría el Pacto de Mayo en Córdoba. Pero, ¿realmente es un pacto lo que se va a firmar en Córdoba? ¿Posee el peso político, institucional e histórico que tuvieron otros pactos preexistentes a la Constitución de 1853?

Recordemos algunos ejemplos emblemáticos: en 1831 tuvimos un pacto federal; después de la Batalla de Cáceres, en 1852 se produjo el Pacto de San Nicolás; y tras la Batalla de Cepeda se celebró el Pacto de San José de Flores que reintrodujo a la provincia de Buenos Aires al país. Incluso más reciente, en 1994, tuvo lugar el Pacto de Olivos. Todos estos son acuerdos con trascendencia no solo política sino también institucional porque modificaron la estructura del país.

¿Qué está proponiendo entonces Javier Milei? A mi criterio, un nuevo consenso económico para Argentina. Aunque se lo llame pacto, sería más preciso hablarlo como consenso. La palabra "pacto" tiene una implicancia histórica e institucional muy fuerte y este acuerdo parece no tenerla aún.

Ahora bien, los puntos propuestos por Milei para este acuerdo incluyen: inviolabilidad de propiedad privada ya establecida por la Constitución; equilibrio fiscal innegociable; reducción del gasto público; reforma tributaria que reduzca la presión impositiva; rediscusión de la coparticipación federal; compromiso de las provincias para avanzar en la explotación de recursos naturales, entre otros. Son más bien propuestas de un plan de gobierno y, diría yo, políticas de Estado aceptadas por los gobiernos futuros.

¿Es esto lo que va a pasar en Argentina? Ojalá que sí. ¿Es esto lo que va a pasar el 25 de mayo? No lo sabemos aún. Pero sí sabemos que hay un consenso posible del cual ya hemos hablado varias veces: Milei más otros partidos colaborando con él, algunos actores del radicalismo y el PRO, fragmentos sueltos del peronismo reunidos en el bloque Pichetto.

En definitiva, es un nuevo consenso posible y deseable para muchos años. La Argentina necesita cumplir con estos puntos básicos y desarrollarlos no solo con una firma sino con acciones constantes y sostenidas a lo largo del tiempo. Y aquellos actores políticos que no estén presentes el 25 de mayo podrán sumarse si así lo desean. Es cuestión también de conciencia política y resultados sobre la marcha para garantizar la vigencia del acuerdo.