Un presidente que no hace y no sabe lo que dice

Sergio Suppo

Es infrecuente que los presidentes vayan a la televisión. No es extraño, pero es infrecuente. Por lo tanto, es una circunstancia especial que un presidente vaya a un canal de televisión y conceda una entrevista. Alberto Fernández ha ido a varios canales de televisión, especialmente a los más amigos pero no es el caso de TN donde fue entrevistado anoche La entrevista.

Tiene un sentido de la oportunidad y tiene una importancia porque se trata del presidente pero Alberto Fernández le quitó la importancia anoche desde la primera palabra que pronunció. A mí me preocupa mucho. He escuchado y visto anoche el estado en el que se encuentra el Presidente de la Nación, con dificultades para expresarse, para hilvanar ideas, diciendo literalmente barbaridades como las que se vio obligado esta mañana a desmentir lo indefendible sobre ese extraño parangón entre la muerte del fiscal Alberto Nisman y el fiscal Diego Luciani.

Esta mañana trató de decir que no había dicho lo que dijo, pero lo dijo peor. Era una barbaridad dicha antes por un juez kirchnerista que se llama Alejo Ramos Padilla, que señaló hace dos días atrás que habría que buscarle un psicólogo a Luciani “no vaya a ser que se lo suicide".

Con esa barbaridad no le alcanzaba al Presidente para saber que por lo menos ese tema tenía que evitarlo. Había muchas cosas que se podrían decir. Yo personalmente no puedo afirmar ni que se suicidó ni que lo asesinaron. Pero claramente. Alberto Fernández había dicho que él consideraba que había sido asesinado y anoche dijo que se suicidó.

Es muy complicado ver a un Presidente que en una entrevista de una hora dedica cuarenta minutos a hablar del problema judicial que tiene la vicepresidenta de la Nación.

Como decíamos cuando empezamos el programa, comentó todo como un mal panelista de televisión. El respeto por la investidura presidencial, más allá de las críticas que uno le puede hacer a un gobierno, siempre tiene que respetar la investidura. Pero el que le está faltando el respeto al cargo es el propio Alberto Fernández.