Cómo el deporte sufrió la cuarentena
19/03/2025 | 11:30Redacción Cadena 3

La pandemia cambio la vida cotidiana de la mayoría de las personas.
Entre otras cosas, varió la forma de relacionarnos con el mundo y con los demás.
La inquietud, el miedo y el desconocimiento se apoderaron de nuestras vidas para colocarlas entre paréntesis.
Resetear nuestra existencia nos llevó a descubrir a la tecnología, otros entendieron la importancia de la salud pública y muchos buscaron las formas de saltar por encima del agobiante encierro y el consecuente sedentarismo a través de la actividad física.
Algunas cosas llegaron para quedarse y a otras ya las olvidamos.
El encierro obligó a que la práctica de los deportes individuales y recreativos se reinventara.
En ese contexto la actividad física personal, a pesar de todas las limitaciones impuestas, se convirtió en un escudo, en el mejor remedio para la salud física y mental durante la pandemia.
Algunos comprendieron que, aunque no existiesen espacios, había que mover el cuerpo para calmar la mente en medio de semejante pesadilla.
Algunos deportes individuales y al aire libre o en los hogares ganaron adeptos, tal es el caso del ciclismo, el yoga y los deportes electrónicos que tuvieron un crecimiento inimaginable.
Correr, caminar, andar en bicicleta o hacer gimnasia en casa fueron un paliativo contra el encierro y la depresión.
Una Encuesta Nacional de Actividad Física del año 2021 se propuso responder como afectó la pandemia las costumbres vinculadas a la actividad física. En ese marco el 50,9% dijo haber practicado deportes.
Los clubes y las entidades de barrio no sólo perdieron dinero, sino que también, muchas de ellas, pusieron en peligro su existencia.
Se produjo el cierre de las instalaciones deportivas, como gimnasios y piletas.
En el deporte profesional las medidas de distanciamiento físico y social establecían que deportistas y espectadores debían mantener una distancia prudencial entre sí (unos dos metros), el uso de mascarillas en algunos casos y la desinfección de equipos, en otros.
Hace 5 años, la pandemia de Covid-19 paralizó la actividad en el mundo del deporte profesional, no había pasado algo así desde la Segunda Guerra Mundial, ocho décadas atrás.
Se suspendieron competencias como los Juegos Olímpicos, Champions League, NBA y torneos
Se produjeron cambios en los reglamentos y en las modalidades de las competencias.
En el fútbol se incrementó el número de cambios de 3 a 5 (aún vigente), se jugaron partidos a puertas cerradas o con una cantidad limitada de espectadores.
Bajo esa modalidad la Selección Argentina ganó la Copa América en el Maracaná en 2021 frente a Brasil.
La falta de público en los escenarios deportivos quitó el aporte de los sponsors a las instituciones.
Los deportistas debieron entrenar como podían y en verdad, podían muy poco.
Por ejemplo, algunos nadadores de élite sólo tomaban contacto con el agua en pequeñas piletas de lona.
Los entrenamientos virtuales y el uso de simuladores sólo maquillaban una preparación insuficiente.
Los planes de entrenamiento de los ciclos olímpicos no pudieron cumplirse.
Muchos deportistas improvisaron precarios gimnasios caseros en algún espacio de los lugares donde estaban confinados.
Las lesiones, debido a la falta de un entrenamiento adecuado, fueron moneda corriente.
Lo más grave fue la incertidumbre, la ansiedad y la falta de certezas de lo que vendría, que trajo como consecuencia la depresión de muchos deportistas.
Por citar un caso, la nadadora Delfina Pignatiello se preparaba para los Juegos de Tokio, siendo la gran esperanza del deporte argentino después de consagrarse campeona mundial juvenil.
La imposibilidad de una preparación correcta y los efectos psicológicos de la situación, fueron factores determinantes que contribuyeron a una pobrísima actuación en Tokio 2020 y luego a su retiro prematuro de la actividad con sólo 22 años.
Se dieron situaciones de tensión y controversia.
En agosto de 2020, el remero Ariel Suarez, finalista en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, salió a entrenarse sin autorización en plena cuarentena, enojado por las restricciones contra su deporte y Prefectura le labró un acta y se le abrió una causa.
Suarez participó luego de una marcha frente a la quinta presidencial de Olivos, en la que atletas, aficionados y profesores de disciplinas individuales exigieron flexibilizaciones al gobierno.
El remero doble medallistas de Oro en Juegos Panamericanos fue tildado como líder “Anticuarentena”.
En diciembre de 2021 la justicia decidió que Ariel Suarez fuera sobreseído, debido que a su accionar no afectó de manera alguna el bien jurídico protegido, en este caso la salud pública.
Unos meses antes el oficialismo bonaerense le había negado la posibilidad de ser reconocido como “Personalidad Destacada del Deporte” para la que había sido propuesto por la oposición en la Legislatura.
En Córdoba las escuelas deportivas y recreativas del Polo Deportivo Kempes apenas abrieron dos semanas en marzo del 2020 y retomaron la actividad con los protocolos correspondientes en abril del 2021.
La Asociación del Fútbol Argentino aprovechó para manipular reglamentos, cambiarlos a su antojo, variando el criterio según la cara del cliente, haciendo desaparecer por arte de magia los descensos.
También perjudicaron a un club como San Martín de Tucumán que acumulaba méritos deportivos para aspirar a ascender a primera división, que hicieron desaparecer de un plumazo, cancelando el torneo para empezar otro. Desde un escritorio de AFA se resolvió de manera arbitraria una situación deportiva que debió dirimirse en una cancha de fútbol.
Pasaron 5 años y el mundo ha cambiado.
El espectáculo del fútbol es cada vez más negocio y menos pasional.
Las Ligas multiplican títulos sin valor deportivo sólo para tener mayor cantidad de partidos para televisar. Los Mundiales tendrán cada vez mayor cantidad de Selecciones participantes y nace el Mundial de clubes a mitad de este año.
Los calendarios están sobresaturados de partidos.
Una de las enseñanzas que nos dejó la pandemia y que debiéramos incorporar, es que la calidad de vida va de la mano con la actividad física. Que caminar, correr o andar en bicicleta formar parte de una forma de vivir que nos protege el cuerpo y el alma.
Un lustro después, la buena noticia es que mucha gente común tomó las calles de manera multitudinaria para participar de maratones y competencias en distintas ciudades del mundo.
Pasaron 5 años de la pandemia y el mundo se transformó, lo mismo ocurrió con el deporte.
Como decía el filósofo griego, Heráclito: “Nadie se baña dos veces en el mismo río”,