¿A dónde va Macri?

Julio Perotti

El kirchnerismo lo quiere en el centro de la escena. Ya lo hemos dicho. Pero él también hace lo posible para estar allí.

Más allá de lo poco serio que significa que el kirchnerismo quiera esmerilarlo por considerar que en connivencia con la Fifa quiere perjudicar a la selección argentina o que, porque estuvo en el partido con Arabia, es mufa.

Dicen que Cristina daría el paso para ser candidata si Macri lo es.

Entonces, los dos deshojan la margarita. Ninguno muestra las cartas.

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Pero Macri, como Cristina también, trata de marcar la cancha interna dentro de Juntos por el Cambio.

Los dirigentes cordobeses todavía se preguntan cuál fue la intención que tuvo al reunirse con Martín Llaryora, el intendente y candidato de Juan Schiaretti y del peronismo cordobés.

Y no sólo que se reuniera, sino que también lo hiciera trascender.

¿Qué dicen en Juntos por el Cambio cordobés? Que justo lo hace cuando hay dos candidatos bien posicionados, Luis Juez y Rodrigo De Loredo, pero ninguno del PRO.

Otros sospechan que esto trasunta que Macri va a ser candidato y que intenta ir cerrando respaldos para una eventual segunda vuelta.

Ahora bien, si esto permite suponer que da por ganador al peronismo, entonces no parece que los muchachos juecistas o deloredistas lo vayan a invitar a actos de campaña, más allá de que Macri sigue teniendo buena imagen en Córdoba, básicamente en la pampa gringa.

Pero no es sólo por Córdoba donde desconcierta y provoca enojos.

Le pasa con Patricia Bullrich que, se supone, era una candidata más cercana a él que Horacio Rodríguez Larreta.

Macri le pidió que aparta a Gerardo Milman, acusado por Cristina por supuestas expresiones sobre el atentado.

Mientras los ánimos están alterados, conviene repasar la última encuesta de Zubán Córdoba. Casi el 73 por ciento de los argentinos consideran que el país va en dirección incorrecta. Y no parece que la oposición esté construyendo una opción para enderezar la ruta.