Chismes anónimos desde Washington

Julio Perotti

Esta mañana, el presidente Alberto Fernández se puso en total sintonía con el ministro de Economía, Sergio Massa al culpar a la oposición de interferir ante el Fondo Monetario Internacional para que no haya acuerdo con la Argentina.

En su momento, Massa había lo había planteado, pero cometió un error o una omisión al no identificar a los supuestos economistas de la oposición.

Llama la atención que no haya nombres, lo que correspondería, pero también que el FMI les abra la puerta, los escuche y vaya a actuar en consonancia.

Sabemos que el FMI tiene normas muy formales. No cualquiera va, golpea la puerta y lo dejan pasar.

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Tampoco hace lo que cualquiera le dice.

La conducción del Fondo debe responder con sus actos ante los países que representa: Estados Unidos, Alemania, Japón, China, etc.

Ahora fue Alberto Fernández el que acusó a “sectores de la oposición que apuestan a que la situación económica empeore", según su frase textual.

Y otra vez falta lo más importante: los nombres propios.

Pero observemos estas frase: "Son comentarios que nos llegan desde allí. Uno sabe quién es quién y es muy posible que esas cosas ocurran”.

Comentarios, que es lo mismo que rumores o chismes.

Demasiado poco serio para una negociación que sí es muy seria, que es una razón de Estado, y que para nada debería formar parte de la campaña electoral.

Lo que pasa es que, como siempre, se mezcla el funcionario con el militante. Y así vamos.