De la conquista a Milei, pasando por Perón e YPF: relaciones con luces y sombras

Julio Perotti

Las relaciones diplomáticas entre Argentina y España están marcadas por lazos históricos, culturales y económicos, pero también por conflictos.

Esta es una somera enumeración de algunas crisis diplomáticas antes del incidente entre Javier Milei y Pedro Sánchez, junto con un breve recorrido por la historia de las relaciones entre ambos países:

Conquista y colonización española: la relación comenzó con la llegada de los españoles a lo que hoy es Argentina en el siglo XVI.

La conquista y colonización dejaron una marca profunda que influiría en las relaciones futuras.

Independencia de Argentina: en 1816, Argentina declaró su independencia de España, lo que llevó a conflictos armados entre patriotas y realistas.

España no reconoció la independencia de Argentina hasta 1859.

Guerra civil española: durante la Guerra Civil Española (1936-1939), la Argentina mantuvo una postura de neutralidad y ofreció asilo a ciudadanos españoles sin importar su afiliación política.

La relación Francisco Franco – Juan Perón.

Cuando en 1960, Perón se instaló en Madrid, el dictador Francisco Franco aceptó la residencia, pero nunca se vieron.

Según un relato de nuestro colega Luis Eduardo Melglioli, publicado en Cadena 3 tres años atrás, Franco no aceptaba el concubinato de Perón con María Estela Martínez.

Relaciones post-Franco: tras la muerte de Francisco Franco y la transición a la democracia en España, las relaciones entre ambos países se fortalecieron, especialmente en términos de inversión y comercio.

Nacionalización de YPF: la nacionalización de YPF en 2012 fue un evento significativo en las relaciones entre Argentina y España.

• Antecedentes: YPF fue una empresa estatal argentina hasta su privatización en la década de 1990, cuando Repsol, una compañía petrolera española, adquirió una participación mayoritaria1.

• Nacionalización: en abril de 2012, el gobierno argentino, liderado por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, anunció la expropiación del 51% de las acciones de YPF que estaban en manos de Repsol.

• La decisión fue tomada con el declamado objetivo de recuperar la soberanía energética del país y fue aprobada por una amplia mayoría en el Congreso argentino.

• El ministro de Economía era el hoy gobernador de Buenos Aires y lanzado a una postulación presidencial, Axel KIcillof.

• Reacción de España: el presidente del gobierno español en ese momento, Mariano Rajoy, calificó la expropiación de “decisión negativa para todos” y sin “justificación alguna, ni razón económica”.

• La nacionalización de YPF fue vista como un acto hostil hacia los intereses españoles y provocó tensiones diplomáticas entre ambos países.

• Consecuencias legales: La nacionalización llevó a una serie de disputas legales. Repsol demandó a Argentina por la expropiación y, después de negociaciones, Argentina acordó indemnizar a Repsol con 5.000 millones de dólares en 20123. Sin embargo, años después, un tribunal de Nueva York se declaró competente en un juicio que podría resultar en pérdidas multimillonarias, unos 16 mil millones, para Argentina debido a una demanda presentada por un grupo de accionistas.

• Impacto en las relaciones: este episodio es un claro ejemplo de cómo las decisiones políticas y económicas pueden tener un impacto profundo en las relaciones internacionales y en la confianza entre los países.

Crisis diplomática de 2024: en este incidente entre Javier Milei y Pedro Sánchez, el gobierno argentino defendió que la crisis con España respondía a un problema “entre personas” y “no diplomático” tras las palabras de Milei en un mitin de Vox.

Evidentemente, la ideología está pesando más que los intereses sociales y empresarios.

Parece una crisis forzada por lenguajes innecesarios en escenarios ajenos y en momentos inoportunos.

Y eso que la lengua española es rica y nos ofrece muchas alternativas. Por ejemplo, 

mondregote (persona con un ego muy subido), 

fartusco (el que busca protagonismo en la conversación de forma inoportuna), 

zurcefrenillos (que hace actividades propias de un insensato),

callacuezo (que hace las cosas rápido y mal).

Todo hubiese estado mejor. O al menos más paquete.