El plan "vamos viendo"

Julio Perotti

Tan ocupados están (estamos) todos con el atentado contra Cristina Fernández y sus derivaciones que otros muy importantes temas de la agenda social quedan relegados. Al menos para los políticos, claro.

El informe de la encuesta muy reciente de Dalesio-Berensztein, a propósito del atentado, arroja resultados claros.

Primero, que el ataque a Cristina Fernández impactó en el 93 por ciento de los argentinos. Es decir, no les fue indiferente.

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Pero, segundo, más de la mitad siente hartazgo, y ¿qué demanda a los políticos? Justamente, centrarse en resolver los problemas que los afectan directamente como la inflación o la inseguridad.

Adicionalmente, como dijimos en el Abrapalabra de ayer, la grieta sigue más abierta que nunca.

La influyente publicación británica The Economist se pregunta: ¿Quién es la señora Fernández, la política más polarizante de Argentina?” Obsérvese el adjetivo: polarizante.

¿A quién consideran los argentinos que beneficia este hecho?

Los cercanos al Gobierno dicen que a nadie. La oposición sotiene que a Cristina.

Es obvio que todo el montaje discursivo con acusaciones a la oposición, la Justicia y los medios no logra permear en toda la sociedad y sólo sirve a los fines de que el cristinismo consolide su masa crítica de fieles.

Como fuere, el descreimiento que hay sobre el atentado es lo que apoya la idea de que, al final, termina siendo una distracción frente a los problemas económicos.

Hay ajustes por todos lados. Para el Gobierno, mejor no hablar de ciertas cosas.

Eso les da tiempo para que Sergio Massa acomode un poco los números. La liquidación de divisas de la soja fue una primera señal; la baja del dólar paralelo, otra.

Si la inflación tiende a reducirse un poco, entonces el tiempo puede jugarle a favor al ministro de Economía.

Si se pasan septiembre y octubre más o menos acomodados, luego llega el entusiasmo por el Mundial de Fútbol de Qatar.

Y si a la selección de la Scaloneta, con Messi a la cabeza, le va más o menos bien, quizá el Gobierno logre surfear hasta fin de año con un ánimo colectivo más calmo.

O sea, avanza el plan “vamos viendo”.