El sindicalismo y Massa, en cuatro actos

Julio Perotti

Una historia en cuatro actos.

• Primer acto: los sindicalistas dicen que están para defender el salario de los trabajadores frente a la pérdida de poder adquisitivo.

• Segundo acto: Sergio Massa, el ministro de Economía, debe frenar la inflación.

• Tercer acto: la inflación sigue arriba. Este jueves conoceremos la inflación junio, pero la interanual suéra el 120 por ciento.

• Cuarto acto: los sindicalistas apoyan la candidatura presidencial de Sergio Massa.

¿Cómo podría llamarse la obra?

Lo dejemos a la imaginación de nuestra audiencia.

Esto viene a cuento (nunca mejor dicho) de que el sindicalismo, todo peronista desde siempre, ya decidió jugar sus cartas por Sergio Massa.

Empezó la campaña: Massa ya recibió la visita de Hugo Moyano, el poderoso gremialista camionero, quien fue con dos de sus hijos, pero no estuvo Pablo, peleado con su padre.

Hugo Moyano venía de ser el primer candidato a diputado en la lista de Daniel Scioli, la que bajaron para dar lugar a Massa como candidato casi exclusivo del favor de Cristina. Sólo le quedó enfrentar a Juan Grabois, pero al final parece que va a ser una puesta en escena de legitimación.

La próxima semana, Massa irá a la sede cegetista de Azopardo 802. Allí lo recibirá el Consejo Directivo y los distintos secretarios generales de los sindicatos.

Y en agosto le harán un acto para que sea el orador central.

Massa recibió el respaldo de una treintena de dirigentesw de la Confederación de Sindicatos de la Industria de la República Argentina (CSIRA), entre ellosa Gerardo Martínez (UOCRA), Ricardo Pignanelli (SMATA), Abel Furlán (UOM) y Rodolfo Daer (Alimentación).

Si años atrás el sindicalismo era una de las cuatro ramas del peronismo –la rama política, la rama femenina, la rama juvenil y la rama sindical–, ahora no tiene casi lugar en las listas, más allá de algunos casos individuales.

Es más, según distintos cálculos, desde el recambio parlamentario del 10 de diciembre, el gremialismo tendrá la menor representación de los últimos 50 años en el Congreso.

Uno de los que tiene asegurada su banca en Diputados es Mario Manrique, el dirigente K de SMATA, que está en la lista digitada por Cristina Kirchner y su hijo Máximo.

¿Saben quién es Manrique?

Es el que amenazó con prenderles fuego a los empresarios del Foro Llao Llao: “Los que están en Llao Llao se creen que son los dueños de la Argentina. Es obvio que quieren prender fuego el país. A ellos hay que prenderlos fuego”, dijo.

Pero volvamos sobre el sindicalismo. Dos datos para cerrar:

Primero, aunque los números no son muy transparentes, parece haber una baja sensible en la cantidad de afiliaciones.

Segundo, la mitad de los trabajadores formales gana salarios por debajo de la línea de pobreza.

Y aquí aparece el quinto acto:

Massa les prometería ajustar el salario por inflación porque en el sindicalismo, como en la política, nada es gratis.

Y ahora, de nuevo: ¿Cómo se llama la obra?