En la guerra entre larretismo y macrismo no se salvan ni las ollas

Julio Perotti

La tensión entre el macrismo y el larretismo se trasladó al campo culinario.

Los cocineros famosos de uno y otro lado se tiran con las ollas.

Empecemos por Martiniano Molina.

Muchos se acuerdan de él por haber sigo jugador de balonmano. Otros porque fue un cocinero de la televisión.

Y los menos, por haber sido intendente de Quilmes por el macrismo.

Ahora intenta volver de la mano de Horacio Rodríguez Larreta y para eso deberá enfrentar a Walter Queijeiro, avalado por Patricia Bullrich y sus "halcones" del PRO.

Pasemos a la cocina: Molina se quedó que le hacen bullying por su profesión.

"Entro muy poco a Twitter pero me llamó la atención como se "burlan" de mi por ser cocinero", publicó el ex intendente de Quilmes. "Estoy muy orgulloso de mi oficio, lejos está de ofenderme. Además quienes lo usan como un insulto, ¿de qué trabajan?", escribió Molina en su cuenta de Twitter..

¿Quién le retrucó?

En el otro rincón, Dante Liporace, el otrora chef de Casa Rosada durante la gestión de Mauricio Macri.

Liporaci tiene como antecedente haber trabajado en El Bulli, el restaurant catalán de Ferrán Adriá, con tres estrellas Michelin y designado como el mejor del mundo cinco veces.

Entonces, vinieron las gastadas: le dijeron a Liporace que le estaba haciendo "Bulli" a Martiniano.

¿A qué se refería Liporace? A lo que se hablaba en el mundillo de la gastronomía: que Molina es sólo un cocinero de televisión porque nunca tuvo un restaurante.

Parece que Liporace no es manso: en una entrevista con La Política On Line llegó a decir que Francis Mallmann "cocina como el or…" y que Narda Lepes es "una especie de monstruo".

Volvemos al principio: en la guerra entre larretismo y macrismo ni las ollas quedan a salvo.