Guía para un reencuentro caliente

Julio Perotti

Este miércoles, a media mañana, el presidente Alberto Fernández debe asistir a la Asamblea Legislativa para inaugurar el periodo de sesiones ordinarias del Congreso.

Hasta allí lo normal. Después de todo es el cumplimiento de un mandato constitucional.

Pero en la Argentina de la crisis política permanente hay situaciones que observar para entender mejor el contexto en que se da.

Primero, Cristina como titular del Senado debe recibir a Alberto. Ya se sabe que la relación entre ambos está cortada. De hecho, hace varios meses que no se ven la cara.

¿Cristina va a disimular la tensión entre ambos?

Definitivamente Cristina y La Cámpora no quieren saber nada con Alberto.

Por eso, el inefable Cuervo Larroque dice que hace falta un gobierno kirchnerista y peronista, como si este fuese de algún partido de Bangladesh.

Segundo, hay que poner atención al discurso de Alberto. Porque puede que haya pistas sobre su decisión, resistida por el kirchnerismo, de ir a las Paso por su reelección.

Incluso, ya tiene slogan: Por lo que hicimos y lo que falta hacer.

¿Se animará a jugarse y, delante de Cristina, poner énfasis en que quiere repetir (omitamos consideraciones sobre los números de las encuestas).

Tercero, probablemente estén los miembros de la Corte Suprema. Protocolarmente siempre están invitados. Dicen que van a asistir, pese a que en el Congreso el kirchnerismo intenta contra viento y marea echarlos.

Y cuarto, no se esperan movilizaciones masivas, como ocurre en estas situaciones. Parece que el albertismo bajo la idea porque se le borraron los movimientos piqueteros afines, que están enojados con la ministra de Desarrollo Social, Victoria Tolosa Paz.