Hay que pasar el invierno

Julio Perotti

En 1958, gracias a un pacto secreto con el peronismo, Arturo Frondizi se convierte en presidente.

Su idea, recuerdan los libros de historia, era que la Argentina volviera a tener una fuerte matriz industrial y pasar de la sustitución de importaciones a la industria pesada.

Revisamos los archivos y encontramos con que aquel plan debía, necesariamente, incluir una fuerte devaluación para atraer inversión extranjera.

Pero un año más tarde, 1959, la inflación anual llega al 130 por ciento y la economía se frena.

Presionado por los militares, Frondizi convoca un personaje que acompañaría la historia argentina hasta el menemismo: Alvaro Alsogaray asume el Ministerio de Economía.

El 29 de junio de 1959 Alsogaray pinta un desolador cuadro de la realidad, que atribuyó a “muchos años de desatino y errores” que llevó al país “a una situación muy crítica”.

Y disparó la frase que quedó para la historia:

“Hay que pasar el invierno”.

¿Quién diría que desde un gobierno que se autopercibe progresista, su ministra de Economía, Silvina Batakis, apele a un concepto similar al del viejo caudillo liberal, al que todos ellos desdeñan.

Hoy, ante el gabinete, Batakis les anticipo a sus colegas que el país está ante un escenario “muy complejo” para los próximos dos meses.

O sea, lo que queda de invierno.

En general, hay una percepción de que el mes de agosto será determinante para la economía.

No importa lo que diga el presidente Alberto Fernández.

Ya se sabe que cada vez que habla, aparece alguna complicación.

Cuentan testigos de la reunión de gabinete que Batakis fue tajante:

"Se acabó la plata. Quedan 10.000 millones de pesos para emitir, del monto que permitió el FMI, que es nada. Hay que ver cómo pasar agosto y septiembre".

Otro detalle curioso es que la ministra habló de “sensación de incertidumbre”, lo que hizo recordar a Aníbal Fernández cuando hablaba de “sensación de inseguridad”.

Y, por cierto, le echó la culpa a los medios por instalar ese clima.

Batakis enfrenta hoy el peor de los tironeos: por plata.

El kirchnerismo quiere el Salario Básico Universal.

El Presidente presenta un plan de obras públicas llamado Argentina Grande: 5.069 obras públicas y 979 proyectos distribuidos en las 23 provincias y ciudad de Buenos Aires.

Monto: 71 mil millones de pesos.

Esta mañana, por ejemplo, afirmó: “Para los preocupados, no vamos a paralizar ni la obra pública ni la vivienda".

Los gobernadores procuran que no perder aportes del Gobierno nacional. En particular en el déficit de las cajas de jubilaciones.

Los planes sociales que se pagan cada mes. En 2021, el gobierno puso más de siete billones de pesos en 141 “planes y programas sociales” que se administran a través de diez ministerios.

Si quiere sobrevivir al invierno, Batakis deberá tener el No a flor de labios. ¿Resistirá las presiones?