La zaranda opositora

Julio Perotti

Más o menos Juntos por el Cambio trata de ordenarse, aunque parece que le cuesta tanto como al kirchnerismo gobernante. Precandidatos presidenciales hay varios; favoritos, ninguno.

Anotados ya: por el PRO, Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich. Por el radicalismo, Gerardo Morales, y Facundo Manes como los dos más visibles.

Los tiempos se van acelerando.

Por ejemplo, Rodríguez Larreta se lanza hoy a través de sus redes sociales.

Y se abren más polémicas en busca de espacios: a una semana del asesinato de una policía en la estación Retiro del subte C, Bullrich y Rodríguez Larreta polemizaron por el uso de las pistolas Taser.

“Le diría a (Rodríguez) Larreta que las use, que no le pida más permiso a nadie”, lo chicaneó Bullrich, enrolada en lo que se considera el ala dura del PRO.

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El gobierno de Rodríguez Larreta le respondió que están dispuestos a usarlas, pero que el problema está en la importación de esas pistolas porque en la Argentina traer armas del exterior requiere la autorización del Gobierno nacional.

La discusión subió literalmente de temperatura. Esta mañana en Radioinforme 3, Bullrich fue muy dura: “La Argentina no sale con tibios”.

“Tibios abstenerse”, le insistió Bullrich, que no escapa a que la consideren un “halcón”, como se definen los más duros de la política.

Con esto, Bullrich se corre del centro que aspira a conducir Rodríguez Larreta.

La diferencia de fondo está también en el modo que cada uno encararía un eventual gobierno.

Mientras Rodríguez Larreta sostiene que después de ganar deben buscarse los consensos para tomar las medidas que hacen falta y que, con seguridad, serán duras, Bullrich cree que hay que entrar con la guadaña en la mano.

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Claramente, la dicotomía es blanco o negro. No acepta grises. ¿No hay algún nivel de hartazgo social con que todo sea binario, y que sólo se piensen en extremos? Es sólo una duda.

Pero las discusiones no se agotan en cuestiones de gestión. Las hay políticas. Veamos, por ejemplo, lo que está pasando en Mendoza, donde no logran despejar problemas internos para consolidar la relación con los socios radicales.

Desde el PRO, Omar de Marchi confirmó que será candidato a gobernador por afuera de Cambia Mendoza, la versión local de Juntos por el Cambio, en abierto desafío a Rodríguez Larreta, que quiere que no haya PASO y que se allane el camino al radical Alfredo Cornejo.

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Ni hablar de que todavía está lejos de acordarse el mecanismo para definir el candidato en Córdoba entre Luis Juez y Rodrigo de Loredo.

Todo esto ocurre bajo la sombra de un Mauricio Macri que no define si será candidato y que hace gestos hacia uno y otro lado. Esto claramente bajaría a varios, como Bullrich y María Eugenia Vidal (a quién Macri acompañó en la inauguración de sus oficinas). Pero no se sabe qué pasaría con Larreta.

Tampoco, claramente, con los radicales Morales y Manes.

¿Acaso que Macri decida no ser candidato lo mantienen como referente o armador? ¿Cuántos están dispuestos a seguirlo sólo por su condición de ex?

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