Las partes por el todo: CFK, el peronismo, el conurbano y la gota de mercurio
08/04/2025 | 17:14Redacción Cadena 3
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La atención del mundo político argentino está concentrada en la provincia de Buenos Aires.
Es inocultable que Buenos Aires desempeña un papel crucial en la política argentina debido a su peso demográfico, su influencia en los liderazgos políticos y la dinámica particular de sus conurbanos.
Demografía
Buenos Aires es la provincia más poblada del país: constituye aproximadamente el 38% de la población total de Argentina.
Esto se traduce en un electorado masivo que representa cerca del 38% del padrón nacional, lo que la convierte en un territorio decisivo en cualquier elección. Por ejemplo, con más de 17 millones de habitantes (según el censo 2022), su influencia supera a la de cualquier otra jurisdicción, incluida la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Esta densidad poblacional, especialmente concentrada en el Gran Buenos Aires, otorga a la provincia una relevancia estratégica para cualquier candidato o partido que aspire a gobernar el país.
En La Matanza, por ejemplo, viven más electores que en 17 provincias argentinas.
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Conurbano
El conurbano bonaerense, que abarca los 24 partidos que rodean a la Ciudad de Buenos Aires, concentra alrededor de 10 millones de habitantes, cerca del 60% de la población provincial.
Esta área, marcada por una gran heterogeneidad socioeconómica, combina zonas de alta densidad urbana con sectores de pobreza estructural, como villas y asentamientos.
Su peso electoral es innegable, y su complejidad social lo convierte en un campo de batalla político.
Las estrategias de los partidos, especialmente el peronismo, suelen centrarse en movilizar a este electorado mediante políticas sociales y redes territoriales, lo que refuerza su importancia como factor determinante en los resultados nacionales.
Liderazgos
La provincia fue históricamente un semillero de liderazgos políticos de alcance nacional, aunque paradójicamente ningún gobernador bonaerense llegó a la presidencia por voto directo desde la fundación de La Plata en 1882.
Figuras como los denominados "barones del conurbano" —intendentes con fuerte control local— juegan roles clave en la construcción de poder tanto provincial como nacional.
Estos líderes, siempre ligados al peronismo, han tejido redes de influencia que trascienden sus municipios, articulando apoyo electoral y clientelismo político.
Y hasta prácticas non sanctas, para no decir delictuales..
La interacción entre estos liderazgos locales y las cúpulas nacionales refleja una compleja dinámica de poder que moldea la política argentina.
En resumen, la provincia de Buenos Aires es un pilar de la política argentina por su capacidad de inclinar la balanza electoral, su historia de liderazgos influyentes y la relevancia del conurbano como epicentro demográfico y político.
Razones suficientes para poner la atención sobre Buenos Aires porque, justamente, allí se está librando la batalla electoral más importante de la Argentina de hoy: el futuro de una parte del peronismo o la aspiración del gobernador Axel Kicillof de inaugurar el post-cristinismo con el desdoblamiento de las elecciones contra los intereses de su ex jefa.
Y allí reside la necesidad de Cristina de sobrevivir políticamente junto a La Cámpora frente al vendaval judicial que afronta.
¿Composición o división?
Y aquí viene la pregunta: ¿Realmente lo que ocurre en Buenos Aires redefinirá a todo el peronismo o a solo una parte?
Se trata de la “falacia de composición”.
Es un error lógico que ocurre cuando se asume que lo que es cierto para una parte de un sistema aplica necesariamente al sistema en su totalidad.
Por ejemplo, si un jugador de un equipo es excelente, como Lionel Messi, por ejemplo, no se puede concluir que el equipo completo lo sea.
Este razonamiento ignora la interacción entre las partes y las propiedades emergentes del conjunto.
Tampoco caigamos en la “falacia de división”.
Es el error opuesto a la confusión del todo por las partes. Consiste en asumir que lo que es cierto para el todo aplica a cada una de sus partes.
Por ejemplo, decir que porque un país es rico, todos sus ciudadanos lo son, ignora las desigualdades internas.
La gota de mercurio
Volvemos a la cuestión central. ¿Realmente lo que ocurre en Buenos Aires redefinirá a todo el peronismo o a solo una parte?
Es, la del peronismo bonaerense, una parte, pero que se asume como la que define el todo, mientras el resto de las partes, los peronismos que gobiernan el interior, están ocupados en mantener su territorialidad y ver qué pasa.
Al final, ellos también son una parte del todo, esperando señales para unirse al todo.
Es como cuando se cae una gota de mercurio y se dispersa en cientos de gotitas.
No pasa mucho hasta que las gotitas se reúnen y vuelve a formarse una sola gota.
Las partes se convierten en el todo. Como el peronismo…