Los ojos del mundo están posados sobre él.
Pero eso no le preocupa. Con total desenfado, las hace todas y una más. Seguramente se debe sentir predestinado.
Nicolás Maduro Moros nació el 23 de noviembre de 1962 en Caracas y tuvo una carrera que lo llevó a convertirse, guste o no, en una figura central en la política venezolana.
Amado y odiado, tiene acciones muy controvertidas, lo que lo convierte en objeto de críticas tanto a nivel nacional como internacional.
De origen humilde, comenzó su carrera como chofer de ómnibus y miembro del sindicato de tránsito.
Su carrera política se consolidó al hacer campaña por la liberación de Hugo Chávez tras el fallido golpe de Estado de 1992, lo que le permitió ganarse la confianza del futuro presidente.
Maduro ascendió en el gobierno chavista, primero como ministro de Relaciones Exteriores en 2006 y luego como vicepresidente entre 2012 y 2013.
Antes de su muerte en 2013, Chávez lo designó su sucesor y ganó la elección presidencial por un estrecho margen. Aunque su designación como heredero sorprendió a algunos que esperaban que el militar Diosdado Cabello asumiera el cargo, Chávez eligió a Maduro, lo que fue interpretado como una estrategia para mantener el control político entre los civiles.
Su primer mandato estuvo marcado por una creciente crisis económica y social en Venezuela.
Esto provocó una profunda polarización en el país.
En 2018, ganó un segundo mandato en una elección ampliamente disputada: logró el 67,8 por ciento de los votos, aunque numerosos informes y observadores internacionales cuestionaron la legitimidad del proceso electoral.
Como está ocurriendo ahora.
En 2020, Estados Unidos lo acusó de narcotráfico y ofreció una recompensa de 15 millones de dólares por su captura.
Además, las acusaciones de corrupción han sido constantes, como el reporte del diario español El Mundo en 2016, que alegaba que Maduro gastaba alrededor de 1,8 millones de dólares diarios en comida, ropa y viajes, mientras el país sufría una grave crisis económica y humanitaria.
Su devoción religiosa, católico con inclinaciones hacia Sathya Sai Baba, contrasta su autoritarismo y con la represión hacia la oposición política.
Como fuere, Maduro se mantiene en el poder. Utiliza tanto la maquinaria del estado como el apoyo de las fuerzas armadas para consolidar su control.
En definitiva, un maligno cuyas piruetas reflejan tanto su habilidad para mantener el control en un entorno adverso como las tácticas cuestionables utilizadas para lograrlo.
Fecha de nacimiento: 23 de noviembre de 1962.
Lugar de nacimiento: Caracas, Distrito Federal, Venezuela.
Nacionalidad: Venezolana.
Religión: Católica, con devoción hacia Sathya Sai Baba.
Carrera política y profesional:
Trabajó como conductor de autobús para el Metro de Caracas y fue miembro del sindicato de tránsito.
Maduro hizo campaña por la liberación de Hugo Chávez de la prisión por el intento de golpe de Estado de 1992 para derrocar al presidente Carlos Andrés Pérez.
En 2006, se convirtió en Ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela bajo la presidencia de Hugo Chávez.
Entre 2012 y 2013, ocupó el cargo de Vicepresidente de la República.
Desde 2013 hasta 2019, fue Presidente de Venezuela.
Actualmente, ejerce un segundo mandato que se extiende hasta 2025.
Logros y controversias:
Maduro ha enfrentado elecciones presidenciales, re-elecciones y crisis políticas durante su mandato.
Su liderazgo ha sido objeto de debates y críticas, tanto a nivel nacional como internacional.
Elección como presidente (2013): En abril de 2013, Nicolás Maduro fue elegido presidente de Venezuela por un margen estrecho. Esto ocurrió después de la muerte de su mentor, Hugo Chávez, quien había liderado el país durante muchos años.
Designación como sucesor: Chávez eligió a Maduro como su heredero en 2012, cuando él mismo fue diagnosticado con cáncer.
Aunque muchos esperaban que Diosdado Cabello, un militar combativo, asumiera el papel de presidente interino durante la enfermedad de Chávez, este último nombró a Maduro como su vicepresidente.
Segundo mandato (2018): En mayo de 2018, Maduro ganó un segundo mandato en una elección altamente disputada, obteniendo el 67,8% de los votos1.
EE.UU. acusa a Nicolás Maduro de narcotráfico y ofrece una recompensa de US$15 millones por su captura4
Las acusaciones de corrupción contra Maduro no son nuevas. En 2016, el diario español El Mundo reportó que Maduro gastaba aproximadamente 1,8 millones de dólares al día en comida, ropa y viajes.
Su devoción religiosa, católico con inclinaciones hacia Sathya Sai Baba, contrasta su autoritarismo y con la represión hacia la oposición política.
Como fuere, Maduro se mantiene en el poder. Utiliza tanto la maquinaria del Estado como el apoyo de las fuerzas armadas para consolidar su control.
En definitiva, un maligno cuyas piruetas reflejan tanto su habilidad para mantener el control en un entorno adverso como las tácticas cuestionables utilizadas para lograrlo.
Su último salto aún lo encuentra en el aire.
