Los videitos del candidato Massa

Julio Perotti

Salió el paquete de medidas con el que Sergio Massa intenta relanzar su candidatura presidencial.

Anunciado en la tarde de un domingo, con una medida cada 15 minutos, este paquete debería abarcar a unos 10 millones de personas, como jubilados, monotributistas y beneficiarios de la tarjeta Alimentar.

Sin entrar en detalles sobre el fondo de los anuncios, quiero detenerme sobre un par de cuestiones formales, que tampoco son menores.

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Primero, esto sí lo más importante, es el uso de recursos del Estado para reforzar una campaña electoral.

¿No debería Massa haber dejado el ministerio? Porque así cuenta con recursos que son de todos pero para su campaña.

¿Qué va a hacer cuando la ley electoral le impida, como plantea el articulo 64, “la realización de actos inaugurales de obras públicas, el lanzamiento o promoción de planes, proyectos o programas de alcance colectivo”?

¿Vamos a tener un ministro silenciado e inerte como el Presidente, que dice que no opina porque no es candidato?

Segundo, el modo elegido para el anuncio.

Una serie de posteos en sus redes sociales. O sea, fuera de todo formalismo. Es cierto que cada vez más gente mayor utiliza redes sociales, pero ni Instagram ni Twitter son las mejores para los anuncios de jubilados, por ejemplo.

Si con Instagram trató de emular a Javier Milei para ir por los más jóvenes, no parece que estos temas sean los que los chicos esperan oír.

O sea, no terminamos de entender a título de qué habla Massa, si de ministro o de candidato.

Le es imposible disociarse, entonces pone el Estado a su servicio electoral.

Como fuere, esta versión 2023 del “plan platita” es, cuando menos, engañosa.

Porque no es otra cosa que devolver a un sector de la sociedad, sólo un sector, no a todos, apenas una parte de lo que quitó de un sablazo de los bolsillos con la devaluación.

Massa anunció que habrá “cero aumento de combustibles” y “cero aumento de medicamentos” hasta el primero de noviembre.

Las elecciones, recordemos, son el 22 de octubre.

¿Y después?