Pequeñas delicias de la era Milei: la hermana y los primos pobres

Julio Perotti

Van pasando los días, la hora de ejecutar más y más acciones de gobierno se le imponen a Javier Milei porque ya logró dos objetivos: tener la Ley de Bases y el Pacto de Mayo.

Pero aun así, las pocas horas que el Presidente pasó en Tucumán dejaron todavía tela para cortar.

Vamos por partes.

La hermana omnipresente

Javier no da un paso sin Karina. Ni tierra adentro ni en los viajes del exterior.

El protagonismo de la hermana excede la condición de secretaria General de la Presidencia.

Es armadora del partido La Libertad Avanza en los distritos del interior. Y allí es donde, dicen, determina quién puede entrar y quién no.

Lo mismo hace, obviament,e con el gobierno.

Para alguien que ocupa un cargo en el equipo de MIlei, llevarte mal con Karina es una condena que, antes que después, se paga con la expulsión.

Pero también adquiere protagonismo en lugares impensados.

Revisemos la foto de familia (nunca mejor dicho) en la Casa Histórica. MIlei con los gobernadores. ¿Quién es la única mujer? No es ninguna gobernadora. No la hay en la Argentina.

Es Karina, que además firmó el Pacto. Sólo el presidente provisional del Senado, Bartolomé Abdala, y el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, tuvieron el privilegio.

No lo hizo ningún funcionario, ni siquiera quien lo operó, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos.

¿A título de qué puso Karina su rúbrica?

Pregunta que quedará abierta.

El desplante al socio

Dicen que hay mucha bronca en el PRO por el destrato que sufrió Mauricio Macri durante el acto de la firma del Pacto en Tucumán.

De hecho, anotan que Macri volvió desde Londres para ir directo a la ceremonia.

El gobernador de Tucumán, Osvaldo Jaldo, fue al aeropuerto a recibirlo, 

No era menor su presencia: fue el único ex presidente constitucional presente en la ceremonia.

Pero a la hora de la ceremonia, lo dejaron afuera, con frío y cero participación.

Ahora bien, no se trata sólo de un problema protocolar.

Ayer contamos las divisiones que se produjeron en el PRO entre Patricia Bullrich, que quiere una fusión con La Libertad Avanza, y los que consideran que el PRO debe manejarse de manera independiente.

La bronca interna y el maltrato a Macri, que los hace sentir como los primos pobres, podría poner en riesgo el apoyo de los diputados del PRO a los proyectos del Gobierno, un respaldo que Milei necesita como nunca para suplir su escuálida representación parlamentaria y sacar más leyes.