Plata para los carteles, sí hay

Julio Perotti

En varias oportunidades, hemos hablado de las herencias que reciben los nuevos gobernadores de sus antecesores, en particular cuando son de signos políticos distintos y, por ende, vienen a encarnar el cambio.

Una de las provincias donde la transición es más compleja es en San Luis.

Claudio Poggi, el nuevo mandatario, está usando casi a diario las redes sociales para denunciar que Alberto Rodríguez Saá virtualmente le vació la caja, con lo cual Poggi dijo que se ve obligado a desdoblar el pago de salarios. El déficit dice que es de 125 mil millones.

Al mismo tiempo, también denuncia que Rodríguez Saá le llenó de designaciones la administración.

A punto tal que Poggi considera que es un Estado paralelo.

Una de las últimas denuncias fue que hallaron autos y máquinas que pertenecen al Ministerio de la Producción en un galpón de un exsenador en el sur de la provincia, en Nueva Galia.

Por ende, Poggi mandó al fiscal de Estado a denunciar al exministro de la Producción, Marcelo Amitrano.

Otra cosa que anuló Poggi fue la asignación que se había hecho Rodríguez Saá de un grupo de 10 custodios de la Policía de la Provincia, entre ellos tres comisarios generales, sí, la más alta jerarquía. Además de cinco vehículos, tres autos y dos camionetas 4 x 4.

Sólo en personal, según Poggi, esto costaría 130 millones de pesos.

Y te cuento la última: denunciaron a la Secretaria de Deportes, Cintia Ramírez, porque mandaba aportes a un ente desconocido, pero que presidía ella. Este ente los entregaba a una sociedad civil. ¿Quién la presidía? Adivinaron: ella misma. Monto del pasamanos: 500 millones de pesos.

Pero no se crean que Rodríguez Saá se quedó callado. ¿Saben cómo respondió? Con gigantescos carteles en la ruta, que dicen: “Gracias Alberto. El dinero está”.

Lo que sí, no pudimos saber de dónde salieron los recursos para pagarlos…