¿Por qué estalló Ecuador?

Julio Perotti

rEcuador atraviesa una ola de violencia sin precedentes a manos de grupos de delincuencia organizada, principalmente narcotraficantes, después de la fuga de dos capos narcos, líderes de bandas llamadas “Los choneros” y “Los lobos”. 

Esta situación se ha agudizado en las últimas semanas, con una serie de ataques que han dejado al menos diez muertos, entre ellos dos policías.

Los ataques han tenido lugar en todo el país, pero han sido especialmente violentos en las ciudades de Guayaquil y Quito.

En Guayaquil, un grupo de hombres armados irrumpió en las instalaciones del canal de televisión TC Televisión, tomando como rehenes a los empleados de la empresa. En Quito, se registraron explosiones contra una estación policial y la vivienda del presidente de la Corte Nacional.

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El gobierno de Daniel Noboa declaró el estado de excepción en todo el país, lo que le otorga poderes especiales para combatir al crimen organizado.

Sin embargo, los ataques de los narcos continúan, lo que muestra la gravedad de la situación.

La violencia narco en Ecuador se debe a una serie de factores, entre los que se encuentran:

- El aumento del tráfico de drogas a través del país, que ha convertido a Ecuador en un importante centro de tránsito de cocaína.

- La debilidad de las instituciones estatales, que dificulta la lucha contra el crimen organizado.

- La corrupción, que permite a los narcotraficantes operar con impunidad.

Esta situación generó una gran preocupación en la sociedad ecuatoriana, que teme que el país se convierta en un narcoestado. El gobierno ha prometido tomar medidas para enfrentar el problema, pero es probable que la violencia continúe en el corto plazo.

Los principales efectos de la violencia narco en Ecuador son:

- El aumento de la inseguridad ciudadana, que afecta a la vida cotidiana de los ecuatorianos.

- El deterioro del tejido social, que genera miedo y desconfianza.

- La pérdida de oportunidades económicas, que afecta al desarrollo del país.

La violencia narco es un problema complejo que requiere de un abordaje integral.

El gobierno debe fortalecer las instituciones estatales, combatir la corrupción y promover la participación ciudadana.

Y, por supuesto, necesita el apoyo de la comunidad internacional para enfrentar este desafío.